oraciones a la virgen en la familia salesiana - Autores Catolicos
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no podemos honrar<strong>la</strong> tanto como <strong>la</strong> Santísima Trinidad y<br />
Jesucristo, así que no erramos puesto que seguimos el ejemplo<br />
del mismo Dios y <strong>la</strong>s <strong>en</strong>señanzas y decretos de <strong>la</strong> Santa Iglesia.<br />
El honor que se tributa a <strong>la</strong> Madre redunda ciertam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el Hijo,<br />
<strong>en</strong> el honor de Qui<strong>en</strong> <strong>la</strong> hizo tan hermosa.<br />
VASO INSIGNE DE DEVOCIÓN<br />
O sea, Persona de insigne devoción.<br />
La devoción, según Santo Tomás es <strong>la</strong> pronta voluntad de<br />
<strong>en</strong>treqarse más, para hacer todo aquello que corresponde al<br />
servicio de Dios: es un dedicarse y consagrarse al servicio de<br />
Dios con ánimo alegre y con perfecta voluntad ..- de todo<br />
corazón.<br />
La historia de todos los Santos está ll<strong>en</strong>a de ejemplos y aún<br />
puede afirmarse que esta prontitud <strong>en</strong> seguir al Señor o esta<br />
devoción es <strong>la</strong> condición necesaria para <strong>la</strong> santidad. También <strong>en</strong><br />
esto María Santísima es maestra soberana; no sólo fue devota,<br />
sino modelo perfecto de insigne devoción.<br />
• Dios para <strong>la</strong> realización de sus fines, quiso que se uniera<br />
<strong>en</strong><br />
matrimonio al glorioso y castísimo San José, y El<strong>la</strong> se amolda a<br />
este querer de Dios, aunque había elegido otro estado María no<br />
se opone; consi<strong>en</strong>te, dejando<br />
a Dios el cuidado de guardar su<br />
pureza virginal.<br />
• La ley mosaica manda a <strong>la</strong>s madres hebreas que han concebido<br />
según el modo ordinario, que se purifiqu<strong>en</strong>. El<strong>la</strong> concibió por obra<br />
y gracia del Espíritu Santo, sin embargo, <strong>la</strong> cumple con <strong>la</strong> mayor<br />
exactitud, aún a costa de aparecer una mujer como todas <strong>la</strong>s<br />
demás.<br />
• Dios ord<strong>en</strong>a que <strong>la</strong> Madre del Hombre de los dolores sea Reina<br />
de los dolores, que después del Hijo participe más que nadie de<br />
los afanes, de los sufrimi<strong>en</strong>tos y de <strong>la</strong> Cruz. El<strong>la</strong> como Jesús,<br />
obedece, "como un cordero sin voz de<strong>la</strong>nte de qui<strong>en</strong> lo esqui<strong>la</strong>".<br />
(Is. 53,7).<br />
• Después de <strong>la</strong> Asc<strong>en</strong>sión del Hijo, <strong>la</strong> Madre permanece <strong>en</strong> este<br />
mundo, desea el Cielo y unirse a su Amado: pero Dios quiere que<br />
permanezca todavía <strong>en</strong> <strong>la</strong> tierra por algunos años como Directora<br />
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