Dirigiéndose a Jesús con <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras: «No ti<strong>en</strong><strong>en</strong> vino» (Jn 2,3), María le expresa su preocupación po situación, esperando una interv<strong>en</strong>ción que <strong>la</strong> resuelva. Más precisam<strong>en</strong>te, según algunos exégetas, <strong>la</strong> M espera un signo extraordinario, dado que Jesús no disponía de vino. 2. La opción de María, que habría podido tal vez conseguir <strong>en</strong> otra parte el vino necesario, manifie val<strong>en</strong>tía de su fe porque, hasta ese mom<strong>en</strong>to, Jesús no había realizado ningún mi<strong>la</strong>gro, ni <strong>en</strong> Nazaret <strong>la</strong> vida pública. En Caná, <strong>la</strong> Virg<strong>en</strong> muestra una vez más su total disponibilidad a Dios. El<strong>la</strong> que, <strong>en</strong> <strong>la</strong> Anuncia crey<strong>en</strong>do <strong>en</strong> Jesús antes de verlo, había contribuido al prodigio de <strong>la</strong> concepción virginal, aquí, confi <strong>en</strong> el poder de Jesús aún sin reve<strong>la</strong>r, provoca su «primer signo», <strong>la</strong> prodigiosa transformación del ag vino. De ese modo, María precede <strong>en</strong> <strong>la</strong> fe a los discípulos que, cómo refiere San Juan, creerán despué mi<strong>la</strong>gro: Jesús «manifestó su gloria, y creyeron <strong>en</strong> él sus discípulos» (Jn 2,11). Más aún, al obt<strong>en</strong>er el prodigioso, María brinda un apoyo a su fe. 3. La respuesta de Jesús a <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras de María: «Mujer, ¿qué nos va a mí y a ti? Todavía no ha llegad hora» (Jn 2,4), expresa un rechazo apar<strong>en</strong>te, como para probar <strong>la</strong> fe de su madre. Según una interpretación, Jesús, desde el inicio de su misión, parece poner <strong>en</strong> te<strong>la</strong> de juicio su rel natural de hijo, ante <strong>la</strong> interv<strong>en</strong>ción de su madre. En efecto, <strong>en</strong> <strong>la</strong> l<strong>en</strong>gua hab<strong>la</strong>da del ambi<strong>en</strong>te, esa fra a <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der una distancia <strong>en</strong>tre <strong>la</strong>s personas, excluy<strong>en</strong>do <strong>la</strong> comunión de vida. Esta lejanía no elimi respeto y <strong>la</strong> estima; el término «mujer», con el que Jesús se dirige a su madre, se usa <strong>en</strong> una acepción reaparecerá <strong>en</strong> los diálogos con <strong>la</strong> cananea (cf. Mt 15,28), <strong>la</strong> samaritana (cf. Jn 4,21), <strong>la</strong> adúltera (c 8,10) y María Magdal<strong>en</strong>a (cf. Jn 20,13), <strong>en</strong> contextos que manifiestan una re<strong>la</strong>ción positiva de Jesú sus interlocutoras. Con <strong>la</strong> expresión: «Mujer, ¿qué nos va a mí y a ti?», Jesús desea poner <strong>la</strong> cooperación de María <strong>en</strong> el p de <strong>la</strong> salvación que, comprometi<strong>en</strong>do su fe y su esperanza, exige <strong>la</strong> superación de su papel natur madre. 4. Mucho más fuerte es <strong>la</strong> motivación formu<strong>la</strong>da por Jesús: «Todavía no ha llegado mi hora» (Jn. 2,4). Algunos estudiosos del texto sagrado, sigui<strong>en</strong>do <strong>la</strong> interpretación de San Agustín, id<strong>en</strong>tifican esa «h con el acontecimi<strong>en</strong>to de <strong>la</strong> Pasión. Para otros, <strong>en</strong> cambio, se refiere al primer mi<strong>la</strong>gro <strong>en</strong> que se rev el poder mesiánico del profeta de Nazaret. Hay otros, por último, que consideran que <strong>la</strong> fra interrogativa y prolonga <strong>la</strong> pregunta anterior: «¿Qué nos va a mí y a ti?, ¿no ha llegado ya mi hora? 2,4). Jesús da a <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der a María que él ya no dep<strong>en</strong>de de el<strong>la</strong>, sino que debe tomar <strong>la</strong> iniciativa realizar <strong>la</strong> obra del Padre. María, <strong>en</strong>tonces, dócilm<strong>en</strong>te deja de insistir ante él y, <strong>en</strong> cambio, se dirige sirvi<strong>en</strong>tes para invitarlos a cumplir sus órd<strong>en</strong>es. En cualquier caso, su confianza <strong>en</strong> el Hijo es premiada. Jesús, al que el<strong>la</strong> ha dejado totalm<strong>en</strong>te <strong>la</strong> inici hace el mi<strong>la</strong>gro, reconoci<strong>en</strong>do <strong>la</strong> val<strong>en</strong>tía y <strong>la</strong> docilidad de su madre: «Jesús les dice: "Ll<strong>en</strong>ad <strong>la</strong>s tinaj agua". Y <strong>la</strong>s ll<strong>en</strong>aron hasta el borde» (Jn 2,7). Así, también <strong>la</strong> obedi<strong>en</strong>cia de los sirvi<strong>en</strong>tes contribu proporcionar vino <strong>en</strong> abundancia. La exhortación de María: «Haced lo que él os diga», conserva un valor siempre actual para los cristian todos los tiempos, y está destinada a r<strong>en</strong>ovar su efecto maravilloso <strong>en</strong> <strong>la</strong> vida de cada uno. Invita a 56
confianza sin vaci<strong>la</strong>ciones, sobre todo cuando no se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido y <strong>la</strong> utilidad de lo que Cristo p De <strong>la</strong> misma manera que <strong>en</strong> el re<strong>la</strong>to de <strong>la</strong> cananea (cf. Mt 15,24-26) el rechazo apar<strong>en</strong>te de Jesús exa fe de <strong>la</strong> mujer, también <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras del Hijo «Todavía no ha llegado mi hora», junto con <strong>la</strong> realizació primer mi<strong>la</strong>gro, manifiestan <strong>la</strong> grandeza de <strong>la</strong> fe de <strong>la</strong> Madre y <strong>la</strong> fuerza de su oración. El episodio de <strong>la</strong>s bodas de Caná nos estimu<strong>la</strong> a ser vali<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> <strong>la</strong> fe y a experim<strong>en</strong>tar <strong>en</strong> nuestra vi verdad de <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras del Evangelio: «Pedid y se os dará» (Mt 7,7; Lc 11,9). [L'Osservatore Romano, edición semanal <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua españo<strong>la</strong>, del 28-II-97] En Caná, María induce a Jesús a realizar el primer mil 57
- Page 1 and 2:
ORACIONES A LA VIRGEN AUXILIADORA C
- Page 3 and 4:
__________ ORACIÓN DE CONSAGRACIÓ
- Page 5 and 6: V. Virgen Sacratísima, dígnate pe
- Page 7 and 8: derramada en balde la sangre precio
- Page 9 and 10: nuestras necesidades, antes bien, l
- Page 11 and 12: 1. La Encarnación del Hijo de Dios
- Page 13 and 14: Obra maestra de la gracia Modelo de
- Page 15 and 16: Santa Virgen María, no ha nacido e
- Page 17 and 18: Observemos, asimismo, que la enemis
- Page 19 and 20: gozo. 2. «Llena de gracia»: esta
- Page 21 and 22: Este reconocimiento requirió un la
- Page 23 and 24: . La Virginidad de María, Madre de
- Page 25 and 26: está íntimamente vinculada a su m
- Page 27 and 28: (Lc 1,35). 27 1. Dios ha querido, e
- Page 29 and 30: María en la Anunciación del Seño
- Page 31 and 32: y se convirtió así en padre de un
- Page 33 and 34: vivir todo lo que el amor divino ti
- Page 35 and 36: . La Virgen María, Madre de Jesús
- Page 37 and 38: María en el nacimiento de 37
- Page 39 and 40: Su búsqueda tiene éxito: «Encont
- Page 41 and 42: según la naturaleza humana a la pe
- Page 43 and 44: de recibir y estaba abierto a la ob
- Page 45 and 46: consagración a Dios, en el lugar d
- Page 47 and 48: naciones y gloria de tu pueblo Isra
- Page 49 and 50: mediante la imagen popular de las
- Page 51 and 52: 1. Como última página de los rela
- Page 53 and 54: María en la vida oculta de J Cateq
- Page 55: Dirigiendo la mirada a Nazaret y co
- Page 59 and 60: matrimonio. En esa perspectiva, la
- Page 61 and 62: 2. De acuerdo con lo que refieren l
- Page 63 and 64: «víctima» de expiación por los
- Page 65 and 66: 2. El término «cooperadora» apli
- Page 67 and 68: de todos los vivientes» (Gn 3,20).
- Page 69 and 70: Ojalá que todos descubran en las p
- Page 71 and 72: María, «miembro muy eminente y de
- Page 73 and 74: 4. Tras haber afirmado que María e
- Page 75 and 76: 75 [L'Osservatore Romano, edición
- Page 77 and 78: 2. A pesar de los pecados de sus mi
- Page 79 and 80: promoviendo en los fieles el deseo
- Page 81 and 82: El título de Madre, en este contex
- Page 83 and 84: IV, 33, 11: PG 7, 1.080). Le hacen
- Page 85 and 86: Los cristianos invocan a María com
- Page 87 and 88: Al proclamar a Cristo único Mediad
- Page 89 and 90: la humanidad entera, el Padre celes
- Page 91 and 92: GOZOS Prodigioso y admirable Imán
- Page 93 and 94: de fervoroso entusiasmo hacia la m
- Page 95 and 96: 8 septiembre 1953 Venerables herman
- Page 97 and 98: solemne de la Inmaculada Concepció
- Page 99 and 100: perfecta al preservarla Dios de tod
- Page 101 and 102: 18. Por ello, con estos dos insigne
- Page 103 and 104: anhelo de los bienes inmortales, es
- Page 105 and 106: peregrinos con públicas y edifican
- Page 107 and 108:
elevadas a Dios durante la celebrac
- Page 109 and 110:
así como la bienaventurada Virgen
- Page 111 and 112:
desmesuradas que habían propiciado
- Page 113 and 114:
En lo que sigue, me limitaré a exp
- Page 115 and 116:
) Dios se complace en su criatura V
- Page 117 and 118:
preparativos en el Nazaret del sigl
- Page 119 and 120:
adverbio, spouds, connota la combin
- Page 121 and 122:
el prototipo de la espiritualidad d
- Page 123 and 124:
explícitamente mariano y que, en s
- Page 125 and 126:
Maternidad y cultura campesina Mate
- Page 127 and 128:
que peregrina hacia la Pascua. Nues
- Page 129 and 130:
129 Teniendo en cuenta estos dos he
- Page 131 and 132:
Treinta días de oración a la Rein
- Page 133 and 134:
Meditación: “De Ella nació Jes
- Page 135 and 136:
saludo” (Lucas 1,29). Prudentísi
- Page 137 and 138:
Florecilla para este día: Meditar
- Page 139 and 140:
Flor del 15 de mayo: Causa de nuest
- Page 141 and 142:
con Jesús. Oración: ¡Oh María M
- Page 143 and 144:
eservan en el Paraíso. Oración:
- Page 145 and 146:
Florecilla para este día: Auxiliar
- Page 147 and 148:
leales que la obedezcan y persevere
- Page 149 and 150:
podremos nosotros no ser sus esclav
- Page 151 and 152:
Estaba predicho que Dios vendría a
- Page 153 and 154:
Es una oración corta y muy fácil
- Page 155 and 156:
de la Encarnación derivan todos lo
- Page 157 and 158:
Santa Madre de Dios porque Ella es
- Page 159 and 160:
La Santa Iglesia todavía no inclu
- Page 161 and 162:
azón fue la Gracia de Dios, pero E
- Page 163 and 164:
• Y, debemos recurrir a Ella para
- Page 165 and 166:
El Angel que se apareció a María
- Page 167 and 168:
en las penitencias exteriores; otro
- Page 169 and 170:
María es poderosa porque su poder
- Page 171 and 172:
VIRGEN FIEL En dos sentidos puede e
- Page 173 and 174:
la vida pública de Jesús ... cuan
- Page 175 and 176:
La palabra Sabiduría tiene en la S
- Page 177 and 178:
Jesucristo fue y es causa fundament
- Page 179 and 180:
• Por el uso. La nobleza del vaso
- Page 181 and 182:
no podemos honrarla tanto como la S
- Page 183 and 184:
Escogida por Dios para ser copia fi
- Page 185 and 186:
alegoría, sacó la Santa Iglesia e
- Page 187 and 188:
del armiño o de una flor; es símb
- Page 189 and 190:
• El oro no se oxida, como otros
- Page 191 and 192:
Esta Arca mística fue también con
- Page 193 and 194:
María Santísima ES MADRE DEL VERD
- Page 195 and 196:
DE LA MAÑANA La Inmaculada y Amoro
- Page 197 and 198:
fortaleza y confianza al enfermo, a
- Page 199 and 200:
Cuando el dolor se nos presenta en
- Page 201 and 202:
fidelidad a la iglesia católica, f
- Page 203 and 204:
Abraham, admirable ejemplo de fe y
- Page 205 and 206:
• El primer profeta de María fue
- Page 207 and 208:
Los Apóstoles fueron elegidos para
- Page 209 and 210:
Aquella carne inmaculada que María
- Page 211 and 212:
No se piense que el martirio de Mar
- Page 213 and 214:
¡Oh Reina de los mártires, que co
- Page 215 and 216:
REINA DE TODOS LOS SANTOS No se pie
- Page 217 and 218:
El decreto de Cristo devolvió al m
- Page 219 and 220:
Fue el gesto sabio y providente del
- Page 221 and 222:
Es evidente que si no existió el p
- Page 223 and 224:
demás criaturas, y para ofrecerte
- Page 225 and 226:
• Cuando recemos el Santo Rosario
- Page 227 and 228:
destrucción. Esta paz pedimos a Di
- Page 229 and 230:
la humildad y manifestarnos el amor
- Page 231:
231