30.06.2013 Views

oraciones a la virgen en la familia salesiana - Autores Catolicos

oraciones a la virgen en la familia salesiana - Autores Catolicos

oraciones a la virgen en la familia salesiana - Autores Catolicos

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

La participación de María <strong>en</strong> <strong>la</strong> vida pública de J<br />

Catequesis de Juan Pablo II (12-III-97)<br />

1. El concilio Vaticano II, después de recordar <strong>la</strong> interv<strong>en</strong>ción de María <strong>en</strong> <strong>la</strong>s bodas de Caná, subra<br />

participación <strong>en</strong> <strong>la</strong> vida pública de Jesús: «Durante <strong>la</strong> predicación de su Hijo, acogió <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras co<br />

que éste situaba el Reino por <strong>en</strong>cima de <strong>la</strong>s consideraciones y de los <strong>la</strong>zos de <strong>la</strong> carne y de <strong>la</strong> sang<br />

proc<strong>la</strong>maba felices (cf. Mc 3,35 par.; Lc 11,27-28) a los que escuchaban y guardaban <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra de<br />

como el<strong>la</strong> lo hacía fielm<strong>en</strong>te (cf. Lc 2,19.51)» (Lum<strong>en</strong> g<strong>en</strong>tium, 58).<br />

El inicio de <strong>la</strong> misión de Jesús marcó también su separación de <strong>la</strong> Madre, <strong>la</strong> cual no siempre siguió al<br />

durante su peregrinación por los caminos de Palestina. Jesús eligió deliberadam<strong>en</strong>te <strong>la</strong> separación<br />

Madre y de los afectos <strong>familia</strong>res, como lo demuestran <strong>la</strong>s condiciones que pone a sus discípulos<br />

seguirlo y para dedicarse al anuncio del reino de Dios.<br />

No obstante, María escuchó a veces <strong>la</strong> predicación de su Hijo. Se puede suponer que estaba pres<strong>en</strong>te<br />

sinagoga de Nazaret cuando Jesús, después de leer <strong>la</strong> profecía de Isaías, com<strong>en</strong>tó ese texto aplicándos<br />

mismo su cont<strong>en</strong>ido (cf. Lc 4,18-30). ¡Cuánto debe de haber sufrido <strong>en</strong> esa ocasión, después de h<br />

compartido el asombro g<strong>en</strong>eral ante <strong>la</strong>s «pa<strong>la</strong>bras ll<strong>en</strong>as de gracia que salían de su boca» (Lc 4,2<br />

constatar <strong>la</strong> dura hostilidad de sus conciudadanos, que arrojaron a Jesús de <strong>la</strong> sinagoga e incluso int<strong>en</strong><br />

matarlo! Las pa<strong>la</strong>bras del evangelista Lucas pon<strong>en</strong> de manifiesto el dramatismo de ese mom<br />

«Levantándose, le arrojaron fuera de <strong>la</strong> ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre e<br />

estaba edificada su ciudad, para despeñarlo. Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó» (Lc 4,29-<br />

María, después de ese acontecimi<strong>en</strong>to, intuy<strong>en</strong>do que v<strong>en</strong>drían más pruebas, confirmó y ahondó su<br />

adhesión a <strong>la</strong> voluntad del Padre, ofreciéndole su sufrimi<strong>en</strong>to de madre y su soledad.<br />

60

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!