oraciones a la virgen en la familia salesiana - Autores Catolicos
oraciones a la virgen en la familia salesiana - Autores Catolicos
oraciones a la virgen en la familia salesiana - Autores Catolicos
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
El amor y <strong>la</strong> devoción a María (después de Cristo) son el medio<br />
más eficaz y seguro para conseguir <strong>la</strong> gracia Divina y los dones<br />
de <strong>la</strong> fe.<br />
La fe <strong>en</strong> <strong>la</strong> Humanidad de Jesucristo es tan necesaria para<br />
nuestra salvación como <strong>la</strong> fe <strong>en</strong> su Divinidad.<br />
La fe <strong>en</strong> <strong>la</strong> Santísima Humanidad de Jesucristo se ac<strong>la</strong>ra y se<br />
afirma; nos da luz, al reflexionar y meditar <strong>en</strong> <strong>la</strong> prodigiosa<br />
Maternidad Virginal de María. Por medio de El<strong>la</strong>, conocemos<br />
también a Dios.<br />
Ilustremos este p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to con <strong>la</strong> guía de los Teólogos. Dios<br />
creó todas <strong>la</strong>s cosas para gloria suya.<br />
Si El --causa primera, absoluta y efici<strong>en</strong>te de <strong>la</strong> creación-- debía<br />
ser el fin último y supremo de todas <strong>la</strong>s criaturas, debía serlo<br />
especialm<strong>en</strong>te de <strong>la</strong>s más nobles, dotadas de intelig<strong>en</strong>cia y de<br />
libertad, esto es, de los ángeles y de los hombres.<br />
Estos debían inmediata y directam<strong>en</strong>te servir a Dios, conocerle y<br />
amarle, esto es, darle gloria, para abismarse después <strong>en</strong> El y <strong>en</strong><br />
su perfecto conocimi<strong>en</strong>to y amor, y <strong>en</strong> <strong>la</strong> gloria que habían de<br />
tributarle, hal<strong>la</strong>r su suprema felicidad; pero el hom<strong>en</strong>aje y <strong>la</strong> gloria<br />
que podían dar a Dios estas criaturas, tan sublimes como se<br />
quiera, es siempre escaso y defectuoso, infinitam<strong>en</strong>te distante del<br />
mérito que ti<strong>en</strong>e Dios para ser obsequiado y glorificado, puesto<br />
que siempre será finito, y Dios merece gloria infinita.<br />
¿Quién puede tributar a Dios esta gloria infinita? Nadie más que<br />
un Ser infinito, nadie más que Dios. Pero este Dios debía<br />
ser<br />
también a <strong>la</strong> vez criatura, porque debía ser el repres<strong>en</strong>tante de<br />
<strong>la</strong>s criaturas<br />
y tributar a Dios gloria <strong>en</strong> nombre y repres<strong>en</strong>tación<br />
de <strong>la</strong>s criaturas. Y he aquí que ya se perfi<strong>la</strong>, <strong>en</strong> el admirable p<strong>la</strong>n<br />
de <strong>la</strong> Sabiduría de Dios, el misterio de <strong>la</strong> Encarnación del Verbo,<br />
por el cual el Hijo de Dios se hizo criatura,<br />
asumió nuestra<br />
naturaleza y <strong>la</strong> unió hipostáticam<strong>en</strong>te a <strong>la</strong> eterna naturaleza<br />
Divina <strong>en</strong> unidad de Persona.<br />
Así fue resuelto el arduo problema: Jesucristo es verdadero<br />
Hombre y verdadero Dios, como hombre dio y continúa dando<br />
gloria a Dios, como Dios da a esta gloria un precio, un valor, un<br />
mérito infinitos; esta gloria<br />
es dada por <strong>la</strong> criatura y es digna de<br />
Dios: el Hombre paga su deuda a Dios, y así, se hace digno de<br />
<strong>en</strong>trar <strong>en</strong> el cielo y gozar de Dios.<br />
192