Historia de los ... del arte y reflexiones.pdf - RiuNet - Universidad ...
Historia de los ... del arte y reflexiones.pdf - RiuNet - Universidad ...
Historia de los ... del arte y reflexiones.pdf - RiuNet - Universidad ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Historia</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> barnices para instrumentos <strong>de</strong> cuerda frotada. Estado <strong>de</strong>l <strong>arte</strong> y <strong>reflexiones</strong>.<br />
7 Conclusiones<br />
A lo largo <strong>de</strong> esta tesina, hemos visto la evolución <strong>de</strong> <strong>los</strong> barnices, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> más<br />
sencil<strong>los</strong> preparados a base <strong>de</strong> una resina natural disuelta en aceite, hasta <strong>los</strong> más<br />
complejos a base <strong>de</strong> varias resinas, aceites o alcoholes.<br />
Durante <strong>los</strong> sig<strong>los</strong> XIV y XV lo más habitual es encontrar barnices al aceite, <strong>los</strong> cuales<br />
se preparaban calentando <strong>los</strong> materiales y exponiendo la superficie que <strong>de</strong>bía ser<br />
barnizada al calor <strong>de</strong>l sol. Durante esta época <strong>los</strong> barnices son aplicados con la mano. A<br />
finales <strong>de</strong>l siglo XVI aparecen las primeras recetas <strong>de</strong> barnices preparados al alcohol y<br />
la presencia <strong>de</strong> éstos aumenta durante <strong>los</strong> sig<strong>los</strong> posteriores. Durante el siglo XVI <strong>los</strong><br />
pintores comienzan a darse cuenta <strong>de</strong>l efecto nefasto <strong>de</strong> la luz <strong>de</strong>l sol directa sobre el<br />
barniz. Un gran avance supondrá la creación <strong>de</strong> barnices que no necesiten una<br />
exposición directa al sol para su secado. De ahí que fuera <strong>de</strong> gran importancia cocer<br />
bien el aceite y mejor si se hacía en presencia <strong>de</strong> un catalizador como el plomo, ya fuera<br />
cociendo el aceite en recipientes <strong>de</strong> este metal, o añadiendo oxido <strong>de</strong> plomo en la<br />
cocción <strong>de</strong>l mismo, <strong>de</strong> este modo se obtenía un aceite con un tiempo se secado más<br />
breve. De este modo <strong>de</strong> obtenía barnices al aceite con un tiempo <strong>de</strong> secado más breve.<br />
Ya durante el siglo XVIII vemos que <strong>los</strong> barnices al alcohol son mucho más habituales<br />
y aparece el uso extendido <strong>de</strong> <strong>los</strong> aceites esenciales como aditivos <strong>de</strong> <strong>los</strong> barnices, tanto<br />
en aquel<strong>los</strong> preparados al aceite como en <strong>los</strong> que se preparan al alcohol. Durante este<br />
siglo <strong>los</strong> barnices al aceite van perdiendo terreno siendo cada vez más numerosas las<br />
recetas <strong>de</strong> barnices al alcohol. El comercio con América y Asia hace que el uso <strong>de</strong> las<br />
resinas también varíe a lo largo <strong>de</strong> <strong>los</strong> sig<strong>los</strong>, siendo en un principio más utilizadas<br />
aquellas provenientes <strong>de</strong>l norte <strong>de</strong> África, y aquellas <strong>de</strong> producción europea. Mientras<br />
durante el siglo XVIII se usa todo tipo <strong>de</strong> resinas provenientes <strong>de</strong> <strong>los</strong> lugares más<br />
exóticos y remotos.<br />
La investigación y el avance tecnológico permiten con <strong>los</strong> primeros <strong>de</strong>cenios <strong>de</strong>l siglo<br />
XVIII preparar barnices con resinas <strong>de</strong> naturaleza tan dura como es el ámbar y el copal,<br />
siguiendo el proceso previo <strong>de</strong> pirogenación <strong>de</strong> la resina.<br />
Toda esta información extraída <strong>de</strong> <strong>los</strong> manuales <strong>de</strong> pintura es <strong>de</strong> esencial importancia<br />
para enten<strong>de</strong>r el mundo que ro<strong>de</strong>aba a <strong>los</strong> lutieres italianos <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Cremona<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> finales <strong>de</strong>l siglo XVII a mediados <strong>de</strong>l siglo XVIII. El conocimiento <strong>de</strong> la<br />
tecnología y materiales utilizados hasta la época ayudan a eliminar algunas <strong>de</strong> las<br />
hipótesis sobre el secreto <strong>de</strong>l barniz Stradivarius y sus coetáneos.<br />
Las últimas investigaciones acerca <strong>de</strong> la composición <strong>de</strong> <strong>los</strong> barnices para instrumentos<br />
<strong>de</strong> cuerda frotada <strong>de</strong>l siglo XVIII parecen centrarse en una composición dón<strong>de</strong> el<br />
disolvente principal fuera el aceite. Pero <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego no hay dos <strong>arte</strong>sanos iguales, la<br />
vida <strong>de</strong> un lutier es larga y está llena <strong>de</strong> búsquedas y pruebas <strong>de</strong> nuevos productos y<br />
recetas, <strong>de</strong> modo que es muy probable que un mismo autor utilizara diferentes barnices<br />
a lo largo <strong>de</strong> su vida. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>bemos ser realistas y pensar que ni Antonio<br />
Stradivarius ni sus coetáneos habrían pensado que sus instrumentos seguirían vivos 300<br />
años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su propia muerte, por lo que tal vez el secreto <strong>de</strong> sus barnices sea<br />
mucho más simple <strong>de</strong> lo que hoy en día nos empeñamos que sea.<br />
Guadalupe Carramiñana Pellejero 49