Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
W,<br />
La Co,,sli1scin del Ailo Doce<br />
1267<br />
y excesos hablan asolado aquelios coritornos, estimando ci rompimiento<br />
por tin favor especial del cielo, atendido ci estado de las<br />
cosas, las vejaciones que sufrIa Ia jurisdicción y las ningunas ven•<br />
tajas en Ia causa comfln, para que aquelios n1aihcchOrcs expiasen<br />
por fin sus delitos, quc habIan sido el cscándalo de Ia época. No<br />
fué tampoco muy afortunado ci otro niienibro dc Ia Junta, D. José<br />
Sixto Verdusco, at cual D. Pedro Celestino Negrete, que le hamaba<br />
el cabecilla doctor, derrotó ci dIa 26 de Octubre en Uruapan,<br />
de donde escapó rcfugiändosc en Ia hacienda de Taretan, propiedad<br />
de los frailes agustinos.<br />
OWN*<br />
Ix<br />
Era ernpresa punto menos que irnposiblc cortar at compadre<br />
Mascarilla Ia palabra una 'ez quc ha tomaba: dejle pues hablar<br />
basta quc quiso buenamente terminar, segén consta en ci final del<br />
anterior capItulo.<br />
No tardó mucho en proseguir diciendo to siguiente:<br />
—Pero, quién habrá que pueda hacer caso de cosa alguna de<br />
aquellos dIas, que no hubiese estado dirigida po ci Sr. Morcios?<br />
;Válgarne Dios! iY cómo quisiera ser, no hombre burdo 6 ignorante<br />
que apenas .sabc hablar en mal castellano, sino todo uno de esos<br />
Señores ictrados que n-ianejan ci habla de Cervantes como SUS Pinceles<br />
Ufl Murillo! Pero, ;quid! jsi no puedo por más que hago!<br />
Dispénsenme, plies, y contdntense con entenderme siquiera, ya que<br />
desputs de todo no estaria bien que un pobre palurdo habtase tan<br />
'amid0 y tan pulido como un senor. El dia era feo y frIo como ya<br />
dije antes, pero ci general habta dado Ia orden de que todo ci mundo<br />
Cstuviera listo para marchar inmediatamente, y como ci tiempo era<br />
escaso y rigurosa Ia disciphina, todos andábamos listos, de aqui pat-a<br />
aila, y con ci movimiento y Ia actividad ninguno sentiamos ci frIo.<br />
Pore! pronto, v aun despuds de algun tiempo de marcha, nadic supo<br />
a donde nos diriglamos, pero en Ia madrugada del dIa 28 ci aire<br />
flOs trajo los ricos aromas de los platanares y cafetales de Orizaba.<br />
A las ocho de la mañana del jueves 29, nuestro ejército saludó a<br />
a potica ciudad desde ia Garita del Molino, y los pabeilones mdc-<br />
Pendientes ondearon jominantcs en ci cerro del Calvario.<br />
I