ANO DOCE

W_- F La Co,:stitucidn de! Aim Doce 1273
ran los rcalistas qua por muerto lo dieron, celebrando la errdnea
creencia con ilimitadas muestras dc regocijo.
Todo ci resto de aquel dIa permanecid oculto en su providencial
escondite aquel htroe quc fud mientras vivió ci brazo derccho de
su general, quien se entregd sin reserva a una honda pena, cuando
at pasar rcvista a su gente en ci pueblo de Chapulco, scñalado de
anternano por punto de reunion, se encontrO sin su valiente Galeana:
ci tenior de su muertc 6 de su prisidn fué general, y en cruel
angustia se paso toda la noche sin qua D. Hcrrncnegiido apareciese:
ai fud, que at presettarse entre sus amigos al siguiente dIa
at héroc fué recihido con indecibie entusiasmo; sin detcnersc más
los insurgentes se pusieron en marcha y entraron en Tehuacan at
miSmo clia 2 de Noviembre, an cuya fecha comunicó ci Sr. Morelos
a Ra y On los sucesos que habian tenido iugar, feticitindosc de
qua con la querna del tabaco de Orizaba habIa disminuldo en siete
años, to rnenos, la duración probable de Ia guerra.
En la noche del misrno dia en qua ci Sr. Morelos saud de Onzaba,
D. Agustin Iturbide atacO ]as famosas fortifIcaciones levantadas
por Liceaga en Iaisia a quo did su nombrc en Ia laguna de
\urira. Hizo Iturbide precedcr a cstc ataque dicz y nueve escaraifluzas
6 pcqueias acciones de guerra, que dieron por resuitado Ia
destrucciOn ó dispersion de diversas partidas dependientes dc Liceaga,
nombrado por Ia Junta, corno ya dije, general an jefe de las
provincias del Norte, con asiento principal en la dc Guanajuato.
Si bicu Liceaga consideró, 6 a lo rnenos lo dijo, corno inexpugnable
su isla an cuanto vj6 encima de ella a Iturbide la abandonó,
enconlendando Ia defensa de ella at padre D. José Mariano RamIrez
con doscjentos hombres: de este RamIrez ha dicho D. Carlos
I3Ustamantc, que era admirable par un fear una Suitarma y
diertir a las damns, pero incapaz como niiiitar.
El exit0 del ataque fud to que esperaba Iturbide, que estaba
ent onces de fortuna, v aunque la gente de la isla opuso alguna
TeSis tencia fuC poca é insuficicnte a impedir qua fuese ci primero
an asaitar i ia isla ci sargento de la corona Juan Espinosa con diez
sol dados de su cuerpo. A los prirneros disparos se incendió y voló
el dep5s ito de pOlvora de la isla, y los oclo cañones quc la defen-
'nfl CStUvieron mal v flojarncnte dirigidos. Iturhide creyó innece-
Sfla SU !)resencia, V coni J mand i c!L)!tW D. Vi nte EndC-
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