You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
1292 Episodios Hisiôricos Mexica,:os<br />
—Sr. Lizardi,—dijo D. Alvaro interrumpién dole: —Ios mornntos<br />
son preciosos: en mis enemistades jamás he recurrido d Ia<br />
bajeza, y siempre he atacado de frente y sin disfraz: hãganme<br />
ustedes esta justicia, y escüchenmc con paciencia: no habré de<br />
cansarles mucho, me importa ser breve, porque, lo repito, los<br />
mornentos son preciosos, é importa aprovecharlos.<br />
—Hable usted.<br />
—La arnbición ha sido siempre mi mayor delito, y la fuente de<br />
cuantos en mi vida Ilevo cometido.s: la arnbición es boy quien me<br />
transforma y regenera, poniendo en mis manos la redencidn en<br />
figura de esa hermosa joven, que ustcdcs y yo conocemos con ci<br />
nombre de Remedios: va a serb, si Dios quiere, de todas nuestras<br />
heridas. Escchenme ustedes. Uno x-nenos de Jos afios que Rcrnedios<br />
cuenta, tenla yo de vida cuando en Ia corte de Madrid me<br />
enamoré por prirnera vez en Ia historia de mis arnores, de una dcvada<br />
señora de Ia corte; tenia entonces, como hasta hoy he tenido,<br />
por norma de mi conducta, una voluntad incapaz de retroceder<br />
ante obstácuio alguno, cuaiquiera que ëi fuese. No amortiguó,<br />
piles, mi pasión, la noticia que tuve de que la dama Se habia casado<br />
recientemente con uno de nuestros primeros titulos. Fortuna 6 fatalidad,<br />
la elevada dama correspondió a mi pasión, y durante seis<br />
meses, ful yo su unico duefio, disfrutando de tanta más tranquila<br />
felicidad, cuanto que el marido de la condesa, pues condesa cra,<br />
habia sido enviado a la corte francesa por ci rey de Espafia, con<br />
una importante y delicada misión; lievaba ya en su seno ci fruto iI<br />
nuestros crirninales amores, cuando obscureció ci ciclo de nucstra<br />
delincuente dicha una carta del conde, anunciando su prdxinlu regreso.<br />
Cegãronme mis diez y ocho años, y no queriendo resignarme<br />
ii perder mi hasta entonces tranquila felicidad, y rnenos aün dejar<br />
expuesta a ml victima a la justa venganza de su marido, sin dirselo<br />
a entender a ella lo niás minimo, sail de la corte, esperc al<br />
conde en Valladolid, Ic insulté atrozmente en cuanto le vi, v en<br />
igual y noble duelo Ic arranqué La vida con mi espada.<br />
Fui por cilo reducido a prisión y encerrado en un castillo, en<br />
ci cual, y durante mas de un año que en él permaneci, nada supe<br />
de La pobre condesa. Obtenida nii libertad por influjo de mis padres,<br />
volvf a la corte, y en ella supe que Ia condesa habla pasado a<br />
Mexico al servicio de la vireina. Quise volar a su lado, pLro 10