17.08.2013 Views

ANO DOCE

ANO DOCE

ANO DOCE

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

1w. La<br />

haher sido para ella Ia felicidad: ci motivo ella to lo dijo francarnentc:<br />

4110 soy digna do ti', to repitid den veces: 4soy una vIctima,<br />

no una criminal; merezco compasión, pero no desprecio: si<br />

aceptase yo tus ofertas podrIas un dia despreciarme, y tu injusticia<br />

me haria desgraciada, y no quiero serlo mis de lo que soy.<br />

—Pero es quo yo no pudiera haber comctidojarnás esa injusticia<br />

v menos después de muerto Garcia Alonso.<br />

—Lo creo, pero la resoiución de Remedios fu6 dictada por la<br />

más noble delicadeza.<br />

--For qué entonces abandona por otto esa rcsolucidn y no<br />

por mi?<br />

—Quizás por eso mismo.<br />

—No comprendo.<br />

—Me explicaré: td ibas a ser su esposo cuando Garcia Alonso Ia<br />

hizo su vIctima, y esta consideración Ia obliga a alejarse de ti.<br />

—Pero si yo be prometi olvidarlo todo...<br />

—En eso precisamente estuvo ci nial.<br />

—Quo eso digas me sorprende.<br />

—No debe sin embargo sorprenderte. Si sus amores con Garcia<br />

Alonso hubieran sido hijos de una volubilidad 6 uii crimen, habrIa<br />

sin duda sido más ó menos inexplicable, pero al fin generoso ci<br />

olvido. No existiendo delito suyo, no nccesitaba tu olvido, y al<br />

prornetét-sebo Ic inferiste una ofensa: su inculpabilidad en ci atropello<br />

de quo W victima, la constituyó, al morir Garcia Alonso, en<br />

su viuda, y en tal estado es la mujer tan respetabbe y digna de consideración<br />

y respcto como antes de sus primeras nupcias; su segundo<br />

marido no tiene rnás derecho racional y legal que ci de<br />

exigir no se le oculte la verdad: precediendo esta decbaración, ci<br />

hombre sahrá si le convienc ó no aceptar Ia mano do una muier,<br />

pero picrde el derecho do rccrirninarla por su pasailo: no ncceita,<br />

pues, olvido.<br />

—Quizas tienes razón, hermano niio,—observ ' Lizardi,—pero la<br />

SOcie dad<br />

—La sociedad puede ejercer su imperio sobre el crimen, nunca<br />

Sobrela desgracia; y ci hombre que no puede hacerse superior a<br />

flJUsticias do la sociedad, no tione det-echo a quejarse del daño<br />

que so le siga. Por eso Remedios, que no contribuyó en modo alguno<br />

al crirnen do Garcia Alonso qu tnc SU conciencia limpia<br />

:<br />

Consiiiuciôn del Año Dccc 1 289<br />

TOMO I 2

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!