Monografia99

zada la exploración, es tratar de tomar las decisiones que nos conduzcan
al futuro deseado de entre los posibles explorados. Es decir, con ayuda de
la Prospectiva, podemos aspirar a configurar nuestro futuro.
En resumen, la Prospectiva nace por el deseo de las Sociedades contemporáneas
de ser protagonistas de su futuro, pasando de una actitud pasiva
o adaptativa, que genera la previsión clásica, a otra activa y creativa
frente a su propio porvenir.
La actitud prospectiva fue definida por Gaston Berger como un état d’esprit,
ejercido sobre cuatro pilares:
1. Ver a lo lejos.
2. Ver con amplitud sistémica.
3. Analizar en profundidad, con rigor cuantitativo.
4. Hacerlo de una manera aventurada, con imaginación.
El primer pilar indica el largo plazo, que es donde la Prospectiva tiene su
campo de actuación. Debe, no obstante, tenerse en cuenta el relativo concepto
de largo plazo, pues dependerá del ritmo de evolución y cambio del
fenómeno analizado.
El segundo supone el análisis global e interdisciplinario propio del enfoque
sistémico, que se hace imprescindible ante la complejidad del futuro. Esta
importante característica de la actitud prospectiva introduce a la Prospectiva
en el campo de la Sistémica, haciéndola participar de la metodología
del Análisis de Sistemas.
El tercero exige el empleo de criterios y métodos con soporte cuantitativo
que, con base científica, alejan la Prospectiva de la adivinación.
Por último, el cuarto pilar supone el uso fructífero y creativo de la imaginación
que debe acompañar a todo análisis y estudio prospectivo.
Como es lógico, esta actitud, este «estado de espíritu», es requerido a
todo aquel que trabaje en Prospectiva, y así debe ser para los que formen
parte de la Unidad de Prospectiva del Centro Superior de Estudios de la
Defensa Nacional (CESEDEN) o que formen parte de cualquier foro o
grupo de trabajo de Prospectiva. Es decir, la actitud prospectiva se debe
exigir no sólo a los que hemos denominado, en esta Monografía, analistas
sino también, y muy particularmente, a los expertos, a quienes consultamos
o pedimos que cumplimenten los cuestionarios pertinentes.
Veamos ahora, con un poco más de extensión, lo que supone conceptualmente
encontrarnos en el campo de la Sistémica.
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