Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
hora él le preguntó por el mismo medio:<br />
«¿Vienes a mi casa esta noche?».<br />
Al recibirlo, ella respondió:<br />
«No. La persona que se queda con Sami, hoy no está».<br />
La cara de Björn se contrajo al leerlo. Quería estar con ella y tras mirarla con gesto ceñudo desde<br />
el otro lado del salón, insistió:<br />
«Iré yo a tu casa».<br />
Ella rápidamente contestó:<br />
«No».<br />
Molesto ante su negativa, resopló. Mel lo miró mientras él escribía:<br />
«Pregúntale a Judith si conoce a alguien».<br />
Al recibir ese mensaje, Mel respondió:<br />
«Yo no le dejo mi hija a cualquiera».<br />
Björn, sorprendiéndola, rápidamente escribió:<br />
«O lo preguntas tú o lo pregunto yo».<br />
Incómoda por aquello, fue a contestar cuando Judith, que volvía de despedir a sus cuñados, al verla<br />
teclear en el móvil preguntó con curiosidad:<br />
—¿Con quién te mensajeas?<br />
Melanie, consciente de que todos la miraban, respondió dejando el móvil y dándole a su hija un<br />
muñeco que le pedía:<br />
—Con un pesadito que quiere quedar conmigo esta noche.<br />
En ese instante, Björn se sentó junto a ellos y murmuró:<br />
—Pobre hombre, lo compadezco. No sabe lo que hace.<br />
—Björn... —protestó Judith y Mel, clavando sus ojos en él, siseó:<br />
—Hay hombres que saben apreciar lo que es una mujer de verdad..., nene.<br />
—Hay hombres para todo..., nena —se mofó él.<br />
Judith, incrédula, interponiéndose entre ellos, miró a Mel y preguntó:<br />
—¿Vas a quedar con ese hombre?<br />
—No.<br />
—Oye... qué colgante de fresa más original. Pero si tiene hasta chocolate —rió Judith.<br />
—Es un regalo —murmuró Mel, al darse cuenta de que el colgante había llamado la atención.<br />
Eric, al ver en lo que su mujer se había fijado, parpadeó. Él había visto aquella joya antes y,<br />
mirando a su amigo, que disimulaba, exclamó:<br />
—Vaya... una fresa con chocolate, ¡qué original!<br />
Björn, al darse cuenta de que lo había pillado, con la mirada le pidió silencio.<br />
Tres segundos después, al ver que Mel no iba a preguntar lo que él le había sugerido, dijo para<br />
llamar la atención de Judith:<br />
—¿Qué pasa, Ironwoman, no tienes con quién dejar a tu princesa esta noche?<br />
Molesta por su insistencia, ella gruñó:<br />
—Eso a ti no te importa, idiota.<br />
Sin cortarse un pelo y dispuesto a conseguir su propósito, insistió:<br />
—Yo te haría de niñera, pero he quedado con una preciosa mujer y por nada del mundo me voy a