Excerpta N° 7 - Facultad de Ciencias Sociales - Universidad de Chile
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Este primer enunciado <strong>de</strong> Barros Arana, relacionado con la existencia <strong>de</strong> una única<br />
raza, era enriquecido, sin embargo, cuando se postulaba la presencia <strong>de</strong> dos ramas :<br />
"<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el <strong>de</strong>sierto <strong>de</strong> Atacama hasta más allá <strong>de</strong>l Archipiélago <strong>de</strong> Chiloé, esto es hasta<br />
la latitud <strong>de</strong>l 44· vivían los indios chilenos, propiamente dichos, todos los cuales tenían<br />
costumbres más o menos análogas, ¡hablaban un mismo idioma, el chileno o araucano.<br />
Más al sur todavía, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el grado 44 hasta las últimas islas que ro<strong>de</strong>an la extremidad<br />
austral <strong>de</strong>l continente, viven diversas tribus <strong>de</strong> indios que por sus costumbres, su<br />
idioma i sus apariencias forman una sola rama...". Esta rama era la fueguina.<br />
En este mismo artículo a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir brevemente a los fueguinos y araucanos,<br />
Barros Arana escribe algunas líneas sobre los Changos, a quienes i<strong>de</strong>ntifica como<br />
"nación <strong>de</strong> indios <strong>de</strong> la misma raza que los peruanos, pero que hablaban un idioma<br />
distinto". Ahora bien, si no po<strong>de</strong>mos estar ahora <strong>de</strong> acuerdo con su teoría <strong>de</strong> la<br />
homogeneidad racial, no po<strong>de</strong>mos menos <strong>de</strong> admirarnos por la exacta, aunque breve,<br />
caracterización <strong>de</strong> los changos: "Los changos habitaban la costa <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto <strong>de</strong><br />
Atacama i vivían ocupados <strong>de</strong> la pesca, para la cual usaban balsas <strong>de</strong> cuero <strong>de</strong> lobos<br />
marinos, tal como se ve en la lámina XVI, página 109 <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong>l viaje <strong>de</strong> Frezier.<br />
Estos indios, que no parecen haber sido nunca muy numerosos, i que vivían<br />
diseminados en el litoral bajo tiendas miserables formadas por algunos palos i<br />
cubiertas <strong>de</strong> cueros y <strong>de</strong> algas marinas, eran intrépidos navegantes y recorrían la costa<br />
<strong>de</strong> <strong>Chile</strong> hasta la latitud <strong>de</strong> 36·, i aún parece que se establecieron en algunos puntos...".<br />
Termina el artículo con algunos datos <strong>de</strong>mográficos: la rama pechere o fueguina,<br />
tendría unos cuatro mil individuos; la raza moluche o araucana serían 50.000 individuos.<br />
La última conclusión <strong>de</strong> Barros Arana es: "La raza chilena ha <strong>de</strong>saparecido; i la lengua<br />
<strong>de</strong> los antiguos pobladores <strong>de</strong> <strong>Chile</strong> es absolutamente <strong>de</strong>sconocida en el resto <strong>de</strong>l<br />
territorio... Así pues, haciendo abstracción <strong>de</strong> los cuatro mil fueguinos que habitaban<br />
las islas <strong>de</strong>l sur i <strong>de</strong> los cuarenta o cincuenta mil araucanos, que viven encerrados en<br />
una porción reducida <strong>de</strong>l territorio, i que cada día se hace más estrecha, todo <strong>Chile</strong> es<br />
poblado por una sola raza en que predomina el elemento europeo más o menos puro, i<br />
en que no se habla más que un solo idioma, el español".<br />
En 1879, en la Revista <strong>Chile</strong>na, que él cofundara, escribió un artículo (42) relacionado<br />
con las últimas exploraciones geográficas en América, en don<strong>de</strong> se recuerda en<br />
especial el aporte <strong>de</strong> M. Wiener en los conocimientos <strong>de</strong> la geografía y la arqueología<br />
peruana. En este artículo, que es en la práctica una carta enviada a Benjamín Vicuña<br />
Mackenna, se manifiesta su gran interés por los estudios arqueológicos y por todos<br />
aquellos que permitían "echar los cimientos <strong>de</strong> la historia antecolombina, <strong>de</strong> esa edad<br />
llamada prehistórica porque acerca <strong>de</strong> ella no tenemos documentos escritos para<br />
fundar la historia".