El poder local - Academia Europea de Ciencias y Artes

necesidades locales de gastos y su capacidad fiscal propia que deberían
ser cubiertas por otros instrumentos de financiación.
Las transferencias intergubernamentales constituyen en la práctica de la
financiación local instrumentos esenciales para complementar la financiación
de los servicios públicos. Los costes así financiados se externalizan,
de modo que, en último término, recaen en buena medida sobre
contribuyentes ajenos a la jurisdicción encargada de proveerlos.
Internalizar desbordamientos de beneficios fuera de la jurisdicción, imponer
las preferencias del subvencionador, incentivar la asunción de
responsabilidades fiscales y cubrir brechas entre capacidad fiscal y necesidades
de gasto son objetivos que pueden ser cubiertos por las transferencias.
El recurso al crédito por parte de los gobiernos locales únicamente está
indicado para financiar inversiones por motivos de equidad intergeneracional
al objeto de sincronizar en el tiempo el pago de los costes del
proyecto con el disfrute de los beneficios derivados del mismo.
La corresponsabilidad fiscal se presenta habitualmente como un concepto
vinculado al de autonomía, como apéndice necesario de ésta en el ámbito
de la financiación territorial. En práctica este concepto compendia las
ideas de rendición de cuentas, perceptibilidad, asunción de responsabilidades
y simetría en la distribución de costes y beneficios políticos.
Por lo que respecta a la gestión del gasto público local, en Europa es posible
apreciar una fuerte heterogeneidad, que se manifiesta tanto en el
peso presupuestario de los diferentes ámbitos competenciales, como en
las modalidades de gestión bajo la que se prestan los servicios públicos.
Tampoco se puede hablar de un modelo único europeo de financiación
local. La diversidad es muy grande entre países.
Comparativamente, el sistema municipal Español se financia en buena
medida de la propia tributación. Más de la mitad de sus recursos provienen
de recursos fiscales, sólo por debajo de Austria y Finlandia y muy
por encima de lo que sucede en otros países, incluso países con un mayor
peso cuantitativo en lo que supone la capacidad de gestión del sector publico
local respecto al conjunto de las administraciones publicas. Con
todo, en general, en la mayoría de los países de la Unión Europea la discrecionalidad
en materia de ingresos fiscales es alta, lo cual significa que
básicamente son las administraciones locales las responsables de fijación
de tipos, en algunos casos con límites, como es el caso español, y otros
sin tantas limitaciones, pero con importantes excepciones.
No existe correlación entre la organización administrativa y la descentralización.
No podemos decir que los estados federales por el hecho de
serlo estén más descentralizados cuando nos referimos al ámbito local.
Estados como el Reino Unido, Irlanda, Holanda o los países nórdicos,
siendo estados unitarios tienen gobiernos locales que gestionan mayor
cantidad de recursos que los gobiernos locales de los países federales.
De la misma manera tampoco existe correlación entre la organización
administrativa y la corresponsabilidad fiscal. Frente a lo que pudiéramos
esperar, no podríamos decir que los países federales sean más corresponsables
que los países unitarios.
Con todo se pueden identificar un modelo nórdico de financiación local
basado en la imposición sobre la renta, un modelo germánico fundamentado
en la co-participación en ingresos entre los diversos niveles de go-
76 modelos de gestión y financiación de los servicios públicos locales