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G. Labrador. El gobierno de las cosas del tiempo ... - EURACA

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nº 32 - Noviembre 2012<br />

guardar <strong>de</strong> la ruina algunas, escasas, valiosas, piezas <strong>de</strong> arte, gracias a <strong>las</strong> cuales<br />

Álvarez Ortega, como Valente, como Gamoneda, cada uno por separado, esperarían<br />

haber logrado, por un puñado <strong>de</strong> versos al menos, alguna porción <strong>de</strong><br />

eternidad. Bajo el signo <strong>de</strong>l <strong>tiempo</strong>, <strong>de</strong> ese <strong>tiempo</strong> pasado, pero también <strong>de</strong> la<br />

imagen <strong>de</strong> ese <strong>tiempo</strong> por venir, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la interrogación por el <strong>gobierno</strong><br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>cosas</strong> <strong>de</strong>l <strong>tiempo</strong> quiero organizar una entrada en la obra <strong>de</strong> Álvarez<br />

Ortega, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el modo en que la expresión <strong>de</strong>l <strong>tiempo</strong> contiene una historia<br />

<strong>de</strong>l pasado, pero también una imaginación <strong>de</strong>l futuro, preguntándome por <strong>las</strong><br />

instancias que <strong>de</strong>terminan, para Álvarez Ortega, un cierto acceso histórico al<br />

patrimonio estético-moral <strong>de</strong> la lírica española a comienzos <strong>de</strong> este milenio,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> una experiencia crítica <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones entre estética y temporalidad.<br />

Si aceptamos esta hipótesis, la <strong>de</strong> que <strong>las</strong> opiniones <strong>de</strong> Álvarez Ortega no son<br />

sólo el fruto tardío <strong>de</strong> un juicio reconcentrado, misántropo, sino una constante en<br />

una forma <strong>de</strong> observar la producción poética que le fue ro<strong>de</strong>ando a lo largo <strong>de</strong> su<br />

vida y si aceptamos que en ello no está sólo, sino que le acompañan los juicios <strong>de</strong><br />

algunos otros poetas <strong>de</strong> avanzada edad y dilatada trayectoria, po<strong>de</strong>mos interrogarnos<br />

por la naturaleza <strong>de</strong> ese momento existente en la poesía española <strong>de</strong> comienzos<br />

<strong>de</strong> milenio, cuando se tien<strong>de</strong>n sobre el campo literario <strong>las</strong> alargadas sombras <strong>de</strong><br />

algunos creadores, que, tras haber atravesado el siglo XX, <strong>de</strong>dican los últimos años<br />

<strong>de</strong> su vida a un perturbador diálogo, cara a cara, con los gran<strong>de</strong>s poetas que les<br />

han precedido, con aquellos que han <strong>de</strong>finido su tradición personal, y que, como<br />

veremos, frecuentemente no son los españoles. En el invierno <strong>de</strong> sus vidas, estos<br />

creadores muestran no preocuparse lo más mínimo por sus contemporáneos, por<br />

la juventud, por crear una escuela. Se representan absortos en una conversación con<br />

los difuntos y escuchando con sus ojos a los muertos, como si, al cabo <strong>de</strong> una vida<br />

<strong>de</strong>dicada a la poesía, se reuniesen en un diálogo final y estrecho, “en el círculo <strong>de</strong><br />

la muerte” (la expresión es <strong>de</strong> León Felipe 19), que ha <strong>de</strong> concluir con la rendición<br />

<strong>de</strong> sus Obras al Tiempo, instancia administrativa básica para ingresar en el panteón<br />

sagrado <strong>de</strong> los clásicos (padrinos en esta aca<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> lo eterno), siempre según la<br />

fantasía <strong>de</strong> eternidad compartida por tantas instituciones literarias.<br />

La acumulación <strong>de</strong> gestos semejantes en el panorama <strong>de</strong> la última década<br />

española, nos habla <strong>de</strong>l triunfo <strong>de</strong> un cierto ethos, <strong>de</strong> un momento metafísico en la<br />

poesía española 12 que, como pretendo <strong>de</strong>mostrar, entraña a<strong>de</strong>más un completo<br />

12 A pesar <strong>de</strong> que la percepción <strong>de</strong> esa modulación estética en el panorama <strong>de</strong> la lírica <strong>de</strong>mocrática se ha mantenido reconocible bajo<br />

numerosas etiquetas, sean <strong>las</strong> <strong>de</strong> una “poesía <strong>de</strong>l silencio”, <strong>las</strong> <strong>de</strong> una estética altomo<strong>de</strong>rnista. Mayhew (2009) ofrece un relato muy<br />

articulado <strong>de</strong>l valor diferencial <strong>de</strong> estos timbres líricos en un espacio poético dominado por voces experienciales, señalando, a<strong>de</strong>más,<br />

que ese <strong>de</strong>bate poético tiene consecuencias políticas y que, en él, se está operando una discusión sobre la lectura <strong>de</strong> la tradición y <strong>de</strong><br />

la mo<strong>de</strong>rnidad lírica. A propósito <strong>de</strong> Antonio Gamoneda, Fernando R. <strong>de</strong> la Flor y Amelia Gamoneda reflexionan sobre el carácter<br />

reconcentrado <strong>de</strong>l estilo tardío <strong>de</strong>l poeta, y su articulación dispositiva sobre el campo <strong>de</strong> enunciaciones <strong>de</strong> la España actual.<br />

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