G. Labrador. El gobierno de las cosas del tiempo ... - EURACA
G. Labrador. El gobierno de las cosas del tiempo ... - EURACA
G. Labrador. El gobierno de las cosas del tiempo ... - EURACA
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
nº 32 - Noviembre 2012<br />
<strong>de</strong> los costes simbólicos con los que los exiliados vivirán su regreso a la España<br />
post-franquista, en el reconocimiento <strong>de</strong> que el país había cambiado, y que,<br />
al asumirlo, perdían su memoria <strong>de</strong> ese país otro que en 1936 había sido <strong>de</strong>struido<br />
46 . <strong>El</strong> cripto-cronotopo revela <strong>de</strong> este modo sus pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cristal, como<br />
una suerte <strong>de</strong> esfera <strong>de</strong> nieve, como la línea <strong>de</strong>l horizonte en The Truman show.<br />
No obstante, queda abierta la posibilidad <strong>de</strong> una posterioridad segunda, que<br />
trascien<strong>de</strong> el mundo <strong>de</strong> “los viejos” y “los jóvenes” <strong>de</strong>l poema y su inmediato<br />
futuro postfranquista para abrirse a un futuro más lejano, imaginable sólo<br />
como un diálogo, necesariamente exitoso para la existencia <strong>de</strong>l poema mismo,<br />
entre ese viejo y los nosotros, receptores <strong>de</strong> su mensaje y habitantes futuros <strong>de</strong> la<br />
superficie, en medio <strong>de</strong> los riesgos <strong>de</strong> que la comunicación histórico-poética,<br />
ese relato, flotante sobre <strong>las</strong> <strong>cosas</strong> <strong>de</strong>l <strong>tiempo</strong>, fracase:<br />
Quizá nadie jamás reciba este mensaje.<br />
O, cuando lo reciba, no sepa interpretarlo.<br />
Porque todo, allá arriba, habrá variado entonces<br />
probablemente. [...]<br />
Era lo mismo que arrojar al mar una botella.<br />
Quién sabe si el mensaje se per<strong>de</strong>ría en alta mar,<br />
se estrellaría contra los peñascos,<br />
llegaría a una costa lejana, don<strong>de</strong> se hablaban otras lenguas…<br />
<strong>El</strong> poema pues como Time capsule, como cápsula <strong>de</strong>l <strong>tiempo</strong>, como trabajo<br />
sobre la temporalidad que busca contribuir a la elaboración <strong>de</strong> la imagen que<br />
el futuro tenga sobre aquel su pasado. Partiendo <strong>de</strong> esta contraposición entre<br />
poemas, es interesante enten<strong>de</strong>r cómo los poetas, o ciertos <strong>de</strong> ellos, aquellos<br />
empeñados en trabajos que afectan al <strong>gobierno</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>cosas</strong> <strong>de</strong>l <strong>tiempo</strong>, están<br />
elaborando bajo el franquismo, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> él, imágenes articuladas y relatos<br />
complejos don<strong>de</strong> su vivencia <strong>de</strong>l siglo como temporalidad problemática investiga<br />
el corte estructural con el pasado y, mientras imagina posteriorida<strong>de</strong>s,<br />
explora el modo en que la expresión <strong>de</strong>l <strong>tiempo</strong> contiene una imaginación <strong>de</strong><br />
su futuro pero también una historia <strong>de</strong>l pasado. Que ese diseño <strong>de</strong>l futuro, al<br />
final, no se active sobre la temporalidad histórica, que no suceda pue<strong>de</strong> tener<br />
algo que ver con el hecho <strong>de</strong> que <strong>El</strong> libro <strong>de</strong> <strong>las</strong> alucinaciones sea, en realidad,<br />
el último libro <strong>de</strong> Hierro. Sólo dará a la luz libros nuevos en los años noventa,<br />
tres décadas más tar<strong>de</strong>, cuando comparezca en la escena histórico-moral <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
46. “Y entonces el exiliado <strong>de</strong>scubre, con estupor primero, con dolor <strong>de</strong>spués, con cierta ironía más tar<strong>de</strong>, en el momento<br />
mismo en que ha terminado su exilio, que el <strong>tiempo</strong> no ha pasado impunemente, y que, tanto si vuelve como si no vuelve,<br />
jamás <strong>de</strong>jará <strong>de</strong> ser exiliado. Pue<strong>de</strong> volver; pero una nostalgia y nueva i<strong>de</strong>alización se apo<strong>de</strong>ran <strong>de</strong> él. Pue<strong>de</strong> quedarse,<br />
pero jamás podrá renunciar <strong>de</strong>l pasado que lo trajo aquí y sin el futuro ahora con que soñó tantos años” (Adolfo Sánchez<br />
Vázquez 37-38 en Cor<strong>de</strong>iro).<br />
76