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G. Labrador. El gobierno de las cosas del tiempo ... - EURACA

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LA MIRADA<br />

letras <strong>de</strong>mocráticas como uno <strong>de</strong> esos poetas seculares <strong>de</strong> aliento centenario y<br />

gravedad moral.<br />

A pesar <strong>de</strong> la comparación que hemos sostenido, es cierto que, como veremos,<br />

no todos los poemas <strong>de</strong> Álvarez Ortega manifiestan el tono visionario<br />

(y casi re<strong>de</strong>ntor) <strong>de</strong> Reino memorable, y que frecuentemente emiten en frecuencias<br />

oscuras, trabajan con atmósferas sombrías, hablan <strong>de</strong> la aceptación<br />

<strong>de</strong> pérdidas, <strong>de</strong> retornos que no pue<strong>de</strong>n consumarse, <strong>de</strong> una historia <strong>de</strong>l siglo<br />

XX nacional como siglo <strong>de</strong> <strong>de</strong>solación y errores y, en esta dirección, a partir <strong>de</strong><br />

los años setenta, como veremos en el último epígrafe <strong>de</strong> este trabajo, se percibirá<br />

una acusada pendiente en su sintaxis temporal. En todo caso, <strong>las</strong> formas<br />

en <strong>las</strong> que se produce el enfrentamiento entre una temporalidad anterior y la<br />

<strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong>l <strong>tiempo</strong> franquista, tensión que articula estas producciones <strong>de</strong><br />

posguerra que aquí valoramos, varían mucho <strong>de</strong> unos poetas a otros. A pesar<br />

<strong>de</strong> que, en general, compartan una sintaxis común, hay variaciones notables<br />

en la capacidad que se le atribuye a ese <strong>tiempo</strong> residual <strong>de</strong> penetrar en el mundo<br />

<strong>de</strong>l presente y en <strong>las</strong> predicciones sobre cuál será su fortuna futura <strong>de</strong>rivada.<br />

Uno <strong>de</strong> los poetas que ha trabajado <strong>de</strong> un modo más sofisticado <strong>las</strong> interrelaciones<br />

<strong>de</strong> esa temporalidad doble es Ignacio Ciordia (1930), en varios libros,<br />

pero, fundamentalmente, en Estuario (1975), libro escrito con un lenguaje<br />

arrebatado, poblado <strong>de</strong> referencias al LSD, en el cual el viaje lisérgico es también<br />

un viaje <strong>de</strong> memoria que, cumpliendo los <strong>de</strong>signios oscuros <strong>de</strong> un rito<br />

dionisíaco, permite cerrar el ciclo <strong>de</strong>l sacrificio y muerte a través <strong>de</strong> un rito <strong>de</strong><br />

resurrección metamórfica, que haga volver a los muertos <strong>de</strong> la guerra, aunque<br />

transformados en otras entida<strong>de</strong>s: “Vuelven los muertos con su purificado recordar<br />

/ y acarician el aire en la <strong>de</strong>struida primavera./<strong>El</strong> camino que hicimos<br />

<strong>de</strong>sconsolada aventura/olvidando la fiebre/ilusión o martirio impregnados en<br />

polvo <strong>de</strong> soles” (14). Estas presencias brotan con su otro <strong>tiempo</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el interior<br />

mismo <strong>de</strong>l presente, <strong>de</strong>sestructurándolo, ampliándolo, volviéndolo <strong>de</strong>forme<br />

y haciendo entrar en crisis la temporalidad franquista. Un poeta amigo <strong>de</strong><br />

Ciordia como Julio Antonio Gómez (1933-1988), <strong>de</strong> un modo más indirecto<br />

manifiesta también su personal entrada en ese mundo <strong>de</strong> muertos que pujan<br />

por su retorno, que, en este caso, se verá interrumpido en la fiebre <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

transacciones <strong>de</strong>l Drugstore (1970), don<strong>de</strong> esos muertos salen <strong>de</strong>l imaginario<br />

nacional para entrar a comprarse y ven<strong>de</strong>rse simbólicamente en el más amplio<br />

mercado <strong>de</strong>l terror imperialista, en el gran bazar <strong>de</strong>l horror <strong>de</strong>l siglo XX, al<br />

que, en esas mismas fechas, <strong>El</strong> Cubri <strong>de</strong>dicaba sus aguafuertes <strong>de</strong> <strong>El</strong> que parte<br />

y reparte (1975).<br />

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