Valores Frecuentes en Soles Porcentajes Frecuentes ... - AELE

INVITADOcales y monetarias expansionistas, esoes una pequeña pieza del rompecabezas.Pero me parece terriblemente importanteque la gente que está interesaday preocupada acerca del empleo,también defienda otras políticas que tienenun comportamiento directo en aliviaralgo de la pobreza y, por supuesto,algo de la opresión que es la primade la pobreza alrededor del mundo.Esas otras políticas incluyen, porejemplo, el alivio de la deuda permitiendoque las naciones más pobres queestán luchando bajo una gran carga dedeuda salgan de esa carga. Las políticastambién incluyen -y esto es muy importante-fronteras abiertas para productosde naciones más pobres. Cuandolos Estados Unidos, Europa y otrospaíses avanzados subsidian a sus agricultores-y estoy pisando un delicadoterreno político, me doy cuenta- elloshacen difícil que las naciones en víasdesarrollo tengan la clase de empleosque ellos necesitan y que de otro modoestarían disponibles para ellos en términosde exportar sus mercancías agrícolasa los países avanzados.Esto es verdad también respecto a textilesy las barreras que las naciones avanzadasa menudo establecen a la exportaciónde textiles de las naciones pobres.Y en los Estados Unidos tenemos leyesllamadas leyes antidumping. Esas leyessuenan perfectamente apropiadas. Despuésde todo, ¿quién quiere mercancíade dumping? la misma palabra evocaun cierto aspecto negativo.Pero no hay una definición con laque se esté de acuerdo internacionalmentesobre lo que es una mercancíadumped. Nosotros llamamos mercancíadumped la que se vende a menosdel justo valor de mercado, pero no hayacuerdo internacional sobre la definiciónde que cosa es un justo valor demercado. Me parece que las reglas antidumpinghacen más díficil que las nacionespobres vendan lo que ellas puedenvender, lo que producen, las clasesde producción que generan empleosen esos países pobres como unprimer paso en la escalera hacia másalta y más alta producción de valoragregado. Me parece que esas reglasanti-dumping y las leyes hacen másdifícil que las naciones pobres vendana los países avanzados.O para tomar algunos ejemplos finales,yo soy un defensor de los estándareslaborales. Cuando fui Secretariode Trabajo, yo estuve frente a laOIT y hablamos acerca del meollo delos estándares laborales, la importanciade que todas las naciones se desarrolleny se adhieran a ellos. Pero tambiéndebemos comprender que hayotros estándares que no pueden seraplicados uniformente a todas las nacionesdebido a que no todas las nacionesson lo suficientemente ricas y desarrolladaspara tener lo que podríanser llamados estándares de desarrolloen salarios y condiciones de trabajo delmismo grado y extensión que las nacionesavanzadas.Y no debemos usar los estándareslaborales, especialmente los de desarrolloque pueden elevarse a medida queuna nación puede costearlos. No podemosusarlos como puerta de servicioal proteccionismo, protegiendo a las industriasde las naciones ricas de la producciónde la nación pobre.Finalmente me parece útil explorarla posibilidad como estándar de desarrolloque las naciones pobres, a medidaque se hacen más ricas, empleen salariosmínimos de 40 a 50% del valordel salario medio en sus naciones. Enotras palabras, es importante que amedida que las naciones pobres crecen,se desarrollan, se hacen más ricas, seamplíe el círculo de prosperidad en esasnaciones.Como regla de experiencia, y sólocomo eso, sugiero que el salario mínimode esas naciones sea de 40% a 50% delsalario medio, sería la clase de estándarlaboral que no es sólo variable y reconoceque debe haber algún respeto porla habilidad de pagar de la nación, sinoque también comprende que la comunidadmundial tiene un interés en el desarrollode fuertes clases medias a las cualesaspiran los pobres en cada nación.Que hay avenidas y escaleras de movimientoascendente en cada nación y queellas fortalecen y expanden la afluenciade la clase media. Todos tenemos un graninterés en la clase media fuerte en términosde estabilidad democrática, perotambién en términos de integración económica.Hay muchas otras cosas por hacer yno quiero que se me entienda que sugieroque Estados Unidos las va a hacer.De hecho es lo opuesto, estoy ahorafuera del Gobierno y he sido y seguirésiendo un crítico vociferante delas políticas de Estados Unidos con respectoa la omisión. Aun en lo que respectaal salario mínimo. Empezando en1948 que era aproximadamente de40% a 50% de nuestro salario medio,pero empezando 1980 ese mínimo salarioen E.E.U.U. empezó a caer debajodel nivel de 40% y 50%.Tenemos nuestro propio problema deinigualdad, amplia inigualdad, y esosproblemas crean su propio contragolpepolítico contra la globalización.En conclusión, mientras digo estaspalabras sobre desafíos a largo y cortoplazo, y les veo asentir la cabeza enseñal de conformidad, me digo a mimismo que ustedes están en el foroequivocado. Nunca asistan a un foroen el cual hay mucha gente asintiendode acuerdo. Pero, nuevamente, hay unargumento para articular ideas e idealesy la ventaja de hacerlo es fortalecernosy asegurarnos que esas idease ideales, y otros similares, son dignosde lucha.Ser un agente del cambio, abogarpor lo que no puede parecer popular,pero que a la larga debe hacerse, puedeser un trabajo solitario y aquí estamospreocupados por el desempleo porqueentendemos lo críticamente importanteque es pelear por cambios de políticaen nuestro país y dar a las genteposibilidades de mejorar sus condicionesde vida.Estos asuntos necesitan ser debatidos.No hay nada rescatable en lo quesucedió el 11 de setiembre, pero sé quela única manera de que el terrorismovenza es que colaboremos psicológicamentecon él.Si luchamos por un empleo máscompleto y justicia económica, por mejoresempleos, salarios y trabajo decente,no sólo contra la pobreza, sino conel contragolpe de la globalización, nosólo estaremos colaborando, sino luchandocontra las circunstancias en lascuales el terrorismo puede florecer.Yo quiero felicitarles por el trabajoque ustedes han hecho hasta hoy aunquees solitario, y quiero urgirles a quecontinúen adelante. Buena suerte y queDios los bendiga.FEBRERO 2002 11