El sÃn - Pfizer
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64 12 personajes en busca de psiquiatra<br />
egolatría y sed de poder. Por eso es común verlo apropiándose<br />
de triunfos ajenos, o enfurecido cuando su imagen no<br />
sobresale como la de un genio militar y estadista. En un<br />
banquete, tras enterarse de que los realistas han recuperado<br />
Pasto, se le ve subido en una mesa pateando vajilla y cubiertos.<br />
Menos ácido, Gabo también nos ha insistido reiteradamente<br />
que el hombre es pésimo perdedor y vengativo, hasta<br />
por las derrotas nimias de los juegos de naipes: “No tenía<br />
la paciencia de los buenos jugadores, y era agresivo y mal<br />
perdedor” (GGM, ibídem, p. 68).<br />
A pesar de que estos síntomas nos sugieren un trastorno<br />
mental, tenemos que ser claros: no hay bipolar tonto e<br />
inane. La megalomanía contribuyó a la causa del personaje.<br />
Compartamos pues con Rosero que Bolívar fue “el auténtico<br />
pionero de la publicidad política contemporánea, a partir<br />
de una única agencia: él en su caballo dictando folletines<br />
de grandiosidad a sus amanuenses, que debían ser relevados,<br />
extenuados de la epopeya interminable que el héroe<br />
inventado dictaba de sí mismo” (Rosero, ibídem, p. 203).<br />
<strong>El</strong> fantasma del insomnio<br />
<strong>El</strong> insomnio es otro síntoma que campea durante la existencia<br />
del Libertador, tanto en el histórico como en el literario.<br />
Aparece como compañero solitario en las noches<br />
eternas de Caracas, tratando de amainar la congoja de la<br />
viudez, y años más tarde se convierte en frenesí: lo acompaña<br />
durante su vida palaciega en París y durante su viaje a pie<br />
desde allí hasta Roma junto a Simón Rodríguez.<br />
La poca necesidad de dormir es un síntoma primordial<br />
en el trastorno bipolar. Pasó desapercibido tanto para el<br />
Libertador como para sus allegados y aun para sus críticos.<br />
Sin embargo, García Márquez advierte: “Se quedaba<br />
dormido a cualquier hora en mitad de una frase mientras