Univers%C3%B3polis._Revista_Acad%C3%A9mica_Estudiantil._A%C3%B1o_0,_n%C3%BAmero_1

presionar a Irán para que deje atrás su proyecto de enriquecimiento de Uranio. La acción �����������������������������������������������������������
prontamente tuvo respuesta, puesto que a pesar de la reticencia de sus aliados, Estados
Unidos anunció el abandono de su proyecto “defensivo” tanto en Polonia como en
República Checa.
Ante este panorama, Rusia también ha apostado en mejorar sus relaciones con
China a través de la Organización para la Cooperación de Shanghái (OCS) no sólo en
cuestiones económicas, sino también en aspectos políticos, culturales y militares. Rusia y
China comparten el incómodo de Estados Unidos en la región del Asia Central y han
cuestionado su presencia en diversos foros exigiendo una fecha para el retiro de sus bases
en la zona.
Por ello la pregunta sería ¿Realmente Rusia tiene la capacidad de ser potencia
global y si es así, que aristas está tomando para lograrlo? La autora responde esa pregunta
en los capítulos VII, VIII, IX, X y XI, tomando ciertos elementos que permiten hacer
prospectiva a largo plazo. Durante la crisis financiera de 2008, Rusia se vio afectada en su
economía que en mediana medida se contrajo; no obstante ésta empieza a recuperar de
manera gradual y progresiva.
Rusia bajo el mando de Dimitri Medvedev y Vladimir Putin ha sabido llevar una
política exterior pragmática, lo cual le vale un punto a favor dado que no está peleada con
Occidente, inclusive tiene cooperación militar con Estados Unidos de manera cercana. Sin
embargo si Occidente se empeña a zaherirla, no respetar sus intereses geopolíticos y
sobretodo en cercarla militarmente, Rusia tiene diversos factores en su favor para poder
negociar. Por ejemplo la política exterior basada en los hidrocarburos representa un factor
que a nivel interno es el motor de desarrollo en su economía y que a su vez representa un
contrapeso a las pretensiones de la OTAN para expandirse en su espacio exterior cercano.
A ello hay que agregar que Rusia tiene como socio a Alemania la cual es
dependiente del petróleo y gas ruso en alrededor de un tercio aproximadamente. Esto
constituye un triunfo de Rusia ante la carencia de una política exterior común en la Unión
Europea para lograr consensos políticos en materia de energía, dividiendo por un lado a
quienes buscan una cooperación más estrecha y mayores beneficios comerciales con la
Federación - Alemania, Italia y Francia - y por otro a quienes anteponen sus
consideraciones políticas e insisten ver a Rusia como la nueva Unión Soviética - Polonia,
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