Univers%C3%B3polis._Revista_Acad%C3%A9mica_Estudiantil._A%C3%B1o_0,_n%C3%BAmero_1

país; el control de su gobierno sobre el partido Baath y la presencia de los servicios de �����������������������������������������������������������������������������������
seguridad iraquíes en todas las esferas del país (Ramírez, 1990).
Estados Unidos después de la Guerra Fría
Con la caída del muro de Berlín en 1989 y la desintegración de la Unión Soviética, la
sociedad internacional se vio envuelta en un constante clima de cambio e inestabilidad. El
mundo se encontraba ahora bajo la influencia de una sola superpotencia: Estados Unidos.
Una de las diferencias fundamentales que tiene este período con el de la Guerra
Fría, es que ahora las relaciones entre Naciones ya no son solamente de corte militar, sino
que ahora son guiadas principalmente por aspectos políticos y económicos. También, es en
este período en donde se empieza a aplicar una “doble pauta de moralidad” por parte de las
naciones occidentales, siempre actuando en pro de la conservación de sus intereses
nacionales (Musalem, 1998).
Este cambio se vio de manera particular en la política exterior de los Estados
Unidos, que dejó de ser una política estrecha para convertirse en una política con mayores
alcances, que tomaba en cuenta no solo la seguridad nacional, sino que apelaba a los
valores e intereses de la cultura política y social de su país.
Es importante mencionar que, con la caída de la URSS, Estados Unidos había
terminado con casi media década de enfocar su política exterior hacia un solo país, por lo
que era claro que esta tenía que replantearse ya que ahora el “enemigo” no era uno solo ni
estaba plenamente identificado, sino que se debía combatir “amenazas múltiples, que
provenían de diferentes sectores” (Montero, 2006, pp. 111-112).
Las bases de esta nueva doctrina quedaron sentadas en febrero de 1990, cuando
Dick Chiney, jefe del Pentágono durante la gestión de George Bush, aprobó un documento
secreto en el que quedaban establecidas las estrategias de defensa para el período 1992-
1997. Dicho documento invitaba a las fuerzas armadas a “prepararse para eventuales
conflictos con potencias regionales del Tercer Mundo, tales como Siria e Irak” (Giordano,
2003, p. 20).
Estados Unidos, tomando en cuenta la nueva política antes mencionada, tiene
particular interés en la zona de Oriente Medio debido al innegable potencial petrolífero de
UNIVERSÓPOLIS Revista Estudiantil de Relaciones Internacionales n°1. Año 0, pp. 40-58 43