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el gobierno de Numeiry; el más importante: Hassan al-Turabi. A través de su influencia en ����������������������������������������������������������������������������������
Numeiry, logró que un proceso de islamización de bajo perfil comenzara a implantarse a lo
largo del territorio sudanés; pero cuando la Sharia se hizo extensiva para todas las regiones
de Sudán, el conflicto volvió a tornarse inminente.
Es bajo el contexto anterior que el actual SPLM nace como la renovada resistencia
en el sur. Los incidentes armados resurgieron y para 1984 se declaró un Estado de
emergencia. Las acciones del gobierno de Numeiry violaban abiertamente lo pactado en el
Acuerdo de Addis Abeba y “el enojo de la población del Sur fue reforzado por la
decepción ante el continuo rezago económico, que se contrastaba con el serio esfuerzo de
desarrollo que esperaban prosiguiera tras el Acuerdo de Addis Abeba”. 30
Para el año de 1989, un tercer golpe de Estado depondría a Numeiry, pero traería al
poder a un personaje mucho más funesto: Omar al-Bashir. Su régimen es considerado por
Deng Kuol como “un gobierno de extremistas islámicos que creen que Sudán es un país
árabe-musulmán, y que la gente del Sur debe ser forzada a convertirse al Islam y forzada a
una asimilación cultural árabe”. 31 Bashir representa la exacerbación de lo que, hasta el
momento, impidió la reconciliación entre el Norte y el Sur: una actitud irracional de
imposición. Imposición política, social y religiosa, contra una población históricamente
marginada y discriminada. Un cuestionamiento cierra este apartado: ¿Podía darse la
unificación de Sudán en el siglo XXI si perduraba esta actitud de imposición? Responder a
esta pregunta abarcará el resto del trabajo, atendiendo al artículo A State on the Brink, de J.
Prendergast y C. Thomas-Jensen.
El juego de fuerzas: los actores internos y externos en la realidad política de Sudán
antes del referéndum de 2011.
Atendiendo a la pregunta anterior, es menester mencionar las características y los posibles
intereses de los actores en el conflicto de Sudán. Si se quiere comprender la separación
actual entre el norte y el sur, hay que preguntarse también a quienes les convenía que esta
actitud de imposición prevaleciera, y a quienes beneficiaría un cambio en dicha conducta.
30 Lesch, Ann, citada en Wanjala, S. y Rapando, G., óp. cit., p. 67.
31 Kuol, Deng, citado en Wanjala, S. y Rapando, G., Ibídem.
90 UNIVERSÓPOLIS Revista Estudiantil de Relaciones Internacionales n°1. Año 0, pp. 79-108