Univers%C3%B3polis._Revista_Acad%C3%A9mica_Estudiantil._A%C3%B1o_0,_n%C3%BAmero_1

invasiones extranjeras. Sin embargo, la consolidación evolutiva de normas constitucionales ��������������������������������������������������������������������
dieron paso al establecimiento de una república, cuya estabilidad no tuvo un significado,
sino hasta ya empezado el tercer cuarto del siglo XIX.
Así, en la llamada era moderna del siglo XIX, el país inauguró una “república
restaurada” con Benito Juárez, quién tomaría nuevamente las riendas del gobierno; cabe
mencionar (en este contexto) que México gozaba, antes de la intervención francesa, de
relaciones diplomáticas con Inglaterra, Francia, España, Prusia y los Países Bajos; después
de ésta intromisión en el territorio de México, Europa había dado por terminadas sus
relaciones con México, en este espacio, solo con Estados Unidos se gozaba de una más o
menos buena relación y amistad, por lo que el gobierno de este país incentivó mediante los
buenos oficios reanudar las relaciones con Europa siendo intermediarios.
Las negociaciones para la firma de tratados internacionales comenzaron a celebrarse
desde la época de Juárez, inspiradas en su política exterior. 30 Los puntos de la política
exterior juarista, encaminados a buscar nuevos tratos con países que consideraran justos,
armoniosos y convenientes los procedimientos internacionales con México, fueron seguidos
invariablemente por su sucesor Lerdo de Tejada y hasta el término del mandato de éste. En
esta línea histórica, el segundo punto sustancial de los acercamientos transpacíficos de
México se vio materializado durante la etapa donde el ejecutivo nacional estaría a cargo de
Lerdo de Tejada.
El avance de la ciencia fue la causa del reencuentro después de un letargo con la
región Asiática. Este hecho es conocido por historiadores como El tránsito de Venus. Para
los astrónomos del siglo XIX la observación del tránsito de Venus por el disco solar (que
sólo ocurre dos veces cada siglo) era indispensable para determinar con exactitud la
distancia entre la Tierra y el Sol, y de ahí las dimensiones del sistema solar. El
acontecimiento ocurriría en 1874 y sólo sería visible en Japón.
Por parte de México, la decisión de enviar una misión científica encargada de
estudiar el tránsito de Venus partió de la conciencia de Sebastián Lerdo de Tejada, a
30 El 8 de diciembre de 1867 Juárez había declarado ante el IV Congreso Constitucional que México
consideraba “insubsistentes los antiguos tratados y estaba dispuesto a reemplazarlos con otros nuevos, justos y
convenientes, en cuanto lo pidieran los gobiernos interesados”.
UNIVERSÓPOLIS Revista Estudiantil de Relaciones Internacionales n°1. Año 0, pp. 59-78 71