Univers%C3%B3polis._Revista_Acad%C3%A9mica_Estudiantil._A%C3%B1o_0,_n%C3%BAmero_1

embargo, ayudaría a que se internacionalizara la figura de la Nao, pues ya no sólo tocaba ��������������������������������������������������������������������
Acapulco, sino que también lo hacía con San Blas, Veracruz, Cádiz, Maracaibo, Caracas,
Lima, Buenos Aires, San Sebastián y Sevilla. 17
Esta internacionalización, en cierta forma, fue contraproducente ya que causó un
descontento en los intereses de los comerciantes sevillanos y hacia el siglo XVIII las
reformas borbónicas ejercieron un mayor control con el propósito de disminuir el tráfico
mercantil de los novohispanos con Asia y evitar la fuga de capitales. 18
Aunado a la cuestión de la administración centralizada de la Real Compañía de
Filipinas, el inicio y culminación de la etapa independentista de México, la búsqueda de
reconocimiento internacional, los contrastes políticos internos y la desatención figurada
marcaron el acabose de la imagen legendaria del Galeón de Acapulco, finiquitando los
viajes comerciales entre la Nueva España y Asia en 1834.
Cabe mencionar, que hubo varios resultados sobresalientes que se originaron con
los viajes que realizó el Galeón de Acapulco. Estos sucesos pueden clasificarse en
diferentes puntos sin embargo; los principales se agrupan en las transacciones comerciales,
económicas y por último, numismáticas.
La Nueva España había iniciado una carrera económica muy diferente a la de las
demás colonias. El progreso de esta carrera económica y comercial estaba consagrada
primero, en los vínculos por la cual fungía para la metrópoli hacía otras dependencias (caso
Filipinas y Perú); segundo, las relaciones comerciales de la Nao de China; y por último, el
uso de la plata mexicana como valor de cambio en las transacciones transpacíficas. Para
1536, el uso de la moneda había tenido una difusión en casi todo el territorio de la Nueva
España y con el establecimiento de la Casa de la Moneda 19 se introdujo al país en los
circuitos mundiales de cambio. 20
17
Valdés Vera, Lakowsky, “Entre proyecto e improvisación: la plata mexicana en el Pacífico”, en Álvarez,
Alejandro y Borrego, John, La inserción de… óp. cit., p. 127
18
Amparo, Dagoberto, óp. cit., p. 37
19
La Casa de Moneda de México fue fundada en 1535, cuando el Virrey Antonio de Mendoza arribó a la
Nueva España, portando consigo una cédula real, en la que la Corona Española disponía la fundación de la
primera Casa de Moneda en América. Durante tres siglos y medio, la plata y el oro acuñados por la Casa de
Moneda de México fueron la base del dinero circulante en el país y se convirtieron en un producto de
exportación.
20
García, Bernardo, óp. cit., p. 74
UNIVERSÓPOLIS Revista Estudiantil de Relaciones Internacionales n°1. Año 0, pp. 59-78 65