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Jorge Fco Jiménez

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La sociedad de El Quijote<br />

nos da varios testimonios de cómo viste la<br />

mujer del pueblo llano, como por ejemplo<br />

cuando nos habla de Maritornes, de la ama o<br />

de la sobrina.<br />

No conocemos mucho de las mujeres de<br />

entonces en nuestro entorno ya que en las<br />

fuentes documentales aparecen siempre en un<br />

segundo plano asociadas a los procesos judiciales,<br />

testamentos o como esposas e hijas de<br />

alguien. Tan sólo Ana Martínez Zarco de<br />

Morales, la dama de El Toboso que se consideró<br />

inspiración de Dulcinea, ha tenido una<br />

cierta trascendencia gracias a la tradición.<br />

Doña María de Lazcano y Girón, esposa de<br />

Francisco de Cepeda, capitán que terminó su<br />

vida en Quintanar donde fue alcalde, es uno<br />

de los pocos nombres que conocemos. O el<br />

de María Gajero, mujer de Pedro de Rada y<br />

por tanto quizá la primera moradora de la<br />

conocida Casa de Piedra. O las damas que<br />

formaron parte de la familia Villaseñor en su<br />

rama quintanareña, desde Catalina de Acuña,<br />

esposa de Francisco de Villaseñor, hasta sus<br />

nueras Juana Manuel de Lodeña y María Ana<br />

de Lara, esposas consecutivas de Juan de<br />

Villaseñor. Es en ese sentido interesante ver el<br />

testamento y codicilo por el que Luis de<br />

Villaseñor y su esposa Catalina Muñoz fundaron<br />

una capellanía en 1580. En él aparece la<br />

mujer como poseedora responsable de bienes,<br />

administradora de su hacienda, heredera y<br />

por tanto responsable de su legado.<br />

¿Sabías que...?<br />

Las telas y los ropajes empleados tenían relación con la<br />

concepción de la salud y las enfermedades. Se consideraba<br />

que por las aberturas y los poros entraban los<br />

males en el cuerpo por lo que el traje tenía una función<br />

defensiva. Por ello las gorgueras y los cuellos y puños<br />

fruncidos servían para encerrar el cuerpo. Además se<br />

pensaba que telas como el raso, el tafetán o la seda<br />

hacían que las enfermedades resbalasen y no entrasen<br />

en el cuerpo.<br />

Daniel Urrabieta Vierge<br />

Dulcinea de El Toboso<br />

1906-1907, Nueva York.<br />

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