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Carlos Rodolfo Pérez del 2° grado escribió la fábula titulada: “El
viento y el fuego”.
La leyenda de
Machupicchu
Patricio Álvarez tuvo en cuenta cada una de las partes
aprendidas. Dejó volar su imaginación al momento de crear su
fábula y usó una importante moraleja que compartió con todos
sus compañeros del salón.
Creative Expressions
Hace muchos siglos atrás, en el valle de Urubamba en Cusco, los pobladores criaban llamas para que
llevaran sus cosas. Las llamas eran sus animales de carga. Había dos llamas sobrenaturales llamadas
Lucy y Saúl. Ellos eran sobrenaturales porque cuando escupían saliva a una persona, le transmitían
poderes como rebotar objetos con la mente y tener una súper fuerza.
Un día Saúl y Lucy escupieron a dos indígenas llamados Adrián y Marcia. Luego, Lucy empezó a escupir
saliva a algunas llamas hembras y Saúl a unas llamas machos. Las llamas ayudaron a escupir a más
pobladores. Entonces todos ellos tuvieron súper poderes sobrenaturales. Con esos súper poderes
pudieron hacer Machupicchu.
Después de mucho tiempo, a los indígenas se les habían acabado sus súper poderes. Por eso, buscaron
a Lucy y Saúl pero las llamas ya eran viejitas. Murieron y todos los pobladores se pusieron muy tristes.
Dentro del estómago, encontraron que Lucy y Saúl tenían joyas. Entonces se quedaron con toda la
riqueza para siempre.
Leyenda escrita por Valeria Ramírez del 3 º grado.
Obtuvo el segundo lugar en el rubro de Creación alternativa en español en los Juegos Florales Trener 2016.
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