La Sirena Varada: Año II, Número 10

Es una pésima idea —dijo Paulina
después de que le conté mi plan, por
supuesto que ella no podría entenderlo,
pero a alguien se lo tenía que decir
ahora que la fecha de mi viaje se acercaba.
Solo era cuestión de días para que
pudiera poner en marcha mi gran plan
y la espera era agonizante, así que decidí
visitarla para poder compartir con alguien
mis ideas, de cualquier modo ella
siempre había sabido de mi proyecto y
era alguien en quien podía confiar.
—Has estado mucho tiempo trabajando
en esto, solo mira cómo te has
puesto por casi no comer ni dormir, ¿y
lo utilizarás para esto?
—En mi opinión mi objetivo es más
que suficiente, dentro de pocas semanas
seré lo suficientemente rico para
no tener que preocuparme por dinero
el resto de mi vida —le contesté.
—Supongo que sí, pero cuando comenzaste
todo esto imaginaba que
utilizarías el artefacto para algún fin
más científico o algo que ayudara a la
humanidad, no que sería solo una herramienta
para ganar la lotería —no
parecía estar muy contenta con lo que
le había dicho, ni tan interesada como
había esperado que lo estuviera.
—Podría, pero no estoy del todo seguro
de lo que podría llegar a ocurrir. He
visto muchas películas, pero nada de lo
que ahí se ve es seguro y dudo mucho
que pueda confiar en mi suerte para
hacer ese tipo de cosas. Después de
todo, con el tiempo no se juega.
—¿Qué acaso no es un juego lo que tu
planeas hacer con eso?
—¡Claro que no! He estado trabajando
muy duro como para tomar mi proyecto
como un juego. Ya lo he planeado
todo de manera más que detallada. En
diez días revisaré los números y haré
el viaje. El monto de mi victoria será
de cuarenta y cinco millones de pesos,
sumando las tres loterías, he revisado
bien que ninguna de las tres esté relacionada
con la otra para que las sospechas
sean menores, y de cualquier
modo no podrían probar nada. Cualquier
rastro que deje será borrado junto
con esta línea del tiempo.
—Cuando lo dices suena raro, es
como si yo fuera a desaparecer de la
existencia. ¿Moriré cuando lo hagas, o
solo transcurrirán los días como siempre,
excepto que tú estarás en algún
otro lado haciéndote rico sin mí?
—No lo sé, pero no te preocupes por
eso, planeo compartir mi dinero contigo
cuando mi plan este hecho, o incluso
podría llevarte conmigo, aunque
preferiría que no fuera así, es muy peligroso
y ni yo mismo estoy seguro de si
lo lograré o solo explotaré.
—¿De verdad no lo has probado ni
una sola vez? —su preocupación parecía
crecer.
—Lo probé con las ratas, y pase bastantes
días tratando de averiguar si las
había enviado al pasado o al futuro, solo
sé que realicé tres viajes y solo una rata
llegó, según la etiqueta que traía puesta
se suponía que sería la cuarta que envié,
pero llegó antes de que la lanzara.
Quizás las otras tres están en distintas
líneas del tiempo con dobles del mismo
modo que yo tengo dos número cuatro.
—¿Dos? Pero eso significaría que
cuando tú viajes te vas a encontrar con
otro tú, el del pasado.
—Preferiría no hablar de eso, por supuesto
que ya tengo contemplado eso, pero
creo que será la parte más difícil del viaje.
—¿A qué te refieres? —parecía saber a
lo que me refería, pero de todos modos
quería confirmarlo.
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