La Sirena Varada: Año II, Número 10

—Tú sabes, no puede haber dos yo
en el mismo lugar. Al principio pensé
en inventarme un hermano gemelo
secreto, y otras fantasías tontas, pero
el único plan que tendría sentido seria,
bueno, ya sabes.
—¿Planeas asesinarte?
—Sí, eso. No quiero pensar en lo difícil
que será, pero no tengo otra opción.
Trataré de hacerlo rápido y sencillo.
—Estás llevando esto demasiado lejos.
Será una creación del artefacto, pero
también serás tú mismo, un ser humano,
matarlo sería casi desquiciado.
—Viajaré en el tiempo, creo que todo
el asunto ya es bastante desquiciado.
—¿Te dispararías solo por dinero?
—Será mucho dinero, y no será un disparo,
no tengo una pistola y no estoy
seguro de donde podría conseguir una
así que usaré un hacha.
—Has perdido el juicio.
—¿Crees que debería de usar una navaja?
Quizá el hacha haga mucho desastre,
y limpiarlo será más difícil.
—Hacha o navaja será absurdo de todos
modos. Esto es un acto de ambición
desmedida. Cuando comenzaste parecías
seguro de hacer una diferencia en
el mundo, de utilizar el artefacto para
fines magníficos que ayudaran a las personas,
y ahora planeas tu propio asesinato…
¿Qué te ha pasado? ¿Qué has
perdido la razón y caído en la locura?
—Creo que fue mucho esperar que
comprendieras mis intenciones. Este
artefacto no puede traerme mayor uso
que el que le estoy dando, y no confió
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