04.01.2019 Views

La fortuna de los Rougon - Emile Zola

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

por la noche, <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l Palacio <strong>de</strong> Justicia, oirás disparos y gemidos.<br />

—¡Oh, qué infames! —murmuraba Silvère.<br />

Entonces, tío y sobrino se lanzaban a la alta política.<br />

Fine y Gervaise, al ver<strong>los</strong> enzarzados, se iban a acostar <strong>de</strong>spacito, sin que<br />

el<strong>los</strong> se dieran cuenta. Hasta medianoche, <strong>los</strong> dos hombres se quedaban<br />

así comentando las noticias <strong>de</strong> París, hablando <strong>de</strong> la lucha próxima e<br />

inevitable. Macquart <strong>de</strong>spotricaba amargamente contra <strong>los</strong> nombres <strong>de</strong> su<br />

partido; Silvère soñaba en voz alta, y para sí solo, su sueño <strong>de</strong> libertad<br />

i<strong>de</strong>al. Extrañas conversaciones, durante las cuales el tío se servía un<br />

número incalculable <strong>de</strong> copas, y <strong>de</strong> las que el sobrino salía embriagado <strong>de</strong><br />

entusiasmo. Antoine no pudo obtener nunca, empero, <strong>de</strong>l joven<br />

republicano un cálculo pérfido, un plan <strong>de</strong> guerra contra <strong>los</strong> <strong>Rougon</strong>; por<br />

más que lo empujaba, sólo oía salir <strong>de</strong> su boca llamadas a la justicia<br />

eterna, que tar<strong>de</strong> o temprano castigaría a <strong>los</strong> ma<strong>los</strong>.<br />

El generoso niño hablaba con fiebre <strong>de</strong> tomar las armas y matar a <strong>los</strong><br />

enemigos <strong>de</strong> la República, sí; pero, en cuanto esos enemigos salían <strong>de</strong>l<br />

sueño y se personificaban en su tío Pierre o en cualquier otra persona<br />

conocida, contaba con el cielo para evitarle el horror <strong>de</strong> verter sangre. Es<br />

<strong>de</strong> creer que incluso habría <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> tratar a Macquart, cuyos ce<strong>los</strong>os<br />

furores le causaban una especie <strong>de</strong> malestar, si no hubiera saboreado el<br />

gozo <strong>de</strong> hablar libremente en su casa <strong>de</strong> su querida República. No<br />

obstante, su tío tuvo una influencia <strong>de</strong>cisiva sobre su <strong>de</strong>stino; le irritó <strong>los</strong><br />

nervios con sus continuas diatribas, acabó por hacerle <strong>de</strong>sear<br />

ansiosamente la lucha armada, la conquista violenta <strong>de</strong> la felicidad<br />

universal.<br />

Cuando Silvère alcanzó <strong>los</strong> dieciséis años, Macquart lo inició en la<br />

sociedad secreta <strong>de</strong> <strong>los</strong> Montañeses, asociación po<strong>de</strong>rosa que cubría todo<br />

el sur. A partir <strong>de</strong> ese momento, el joven republicano se comió con <strong>los</strong> ojos<br />

la carabina <strong>de</strong>l contrabandista, que Adélaï<strong>de</strong> había colgado en la campana<br />

<strong>de</strong> la chimenea. Una noche, mientras su abuela dormía, la limpió, la puso<br />

en condiciones. Después la volvió a <strong>de</strong>jar en su clavo y esperó. Se<br />

ilusionaba con su sueño <strong>de</strong> iluminado, edificaba epopeyas gigantescas,<br />

viendo en pleno i<strong>de</strong>al luchas homéricas, una especie <strong>de</strong> torneos<br />

caballerescos, <strong>de</strong> <strong>los</strong> que <strong>los</strong> <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong> la libertad salían vencedores y<br />

aclamados por el mundo entero.<br />

139

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!