You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
—Se habla <strong>de</strong> una llamada al pueblo —dijo—; la nación será libre <strong>de</strong> elegir<br />
el Gobierno que le plazca… El presi<strong>de</strong>nte es capaz <strong>de</strong> retirarse ante<br />
nuestros dueños legítimos.<br />
Sólo el marqués, que tenía toda su sangre fría <strong>de</strong> hidalgo, acogió estas<br />
palabras con una sonrisa. A <strong>los</strong> <strong>de</strong>más, en la fiebre <strong>de</strong> la hora presente,<br />
nada les importaba <strong>de</strong> lo que ocurriría <strong>de</strong>spués. Todas las opiniones<br />
zozobraban. Roudier, olvidando su ternura <strong>de</strong> ex ten<strong>de</strong>ro por <strong>los</strong> Orleáns,<br />
interrumpió a Pierre con brusquedad. Todos gritaron:<br />
—No discutamos. Pensemos en mantener el or<strong>de</strong>n.<br />
Aquella buena gente tenía un miedo horrible a <strong>los</strong> republicanos. Sin<br />
embargo, la ciudad sólo había experimentado una ligera emoción ante el<br />
anuncio <strong>de</strong> <strong>los</strong> acontecimientos <strong>de</strong> París. Había habido concentraciones<br />
ante <strong>los</strong> carteles pegados en la puerta <strong>de</strong> la subprefectura; corría el rumor<br />
<strong>de</strong> que unos cientos <strong>de</strong> obreros acababan <strong>de</strong> abandonar el trabajo y<br />
trataban <strong>de</strong> organizar la resistencia. Eso era todo. No parecía que fuera a<br />
estallar ningún disturbio grave. <strong>La</strong> actitud que adoptarían las ciuda<strong>de</strong>s y<br />
<strong>los</strong> campos vecinos era mucho más inquietante; pero se ignoraba aún <strong>de</strong><br />
qué manera habían acogido el golpe <strong>de</strong> Estado.<br />
Hacia las nueve, llegó Granoux, ja<strong>de</strong>ante; salía <strong>de</strong> una sesión <strong>de</strong>l<br />
ayuntamiento, convocada con urgencia. Con voz estrangulada por la<br />
emoción, dijo que el alcal<strong>de</strong>, el señor Garçonnet, aunque tenía sus<br />
reservas, se había mostrado <strong>de</strong>cidido a mantener el or<strong>de</strong>n con <strong>los</strong><br />
métodos más enérgicos. Pero la noticia que más hizo chismorrear al salón<br />
amarillo fue la <strong>de</strong> la dimisión <strong>de</strong>l subprefecto; este funcionario se había<br />
negado en redondo a comunicar a <strong>los</strong> habitantes <strong>de</strong> Plassans <strong>los</strong><br />
<strong>de</strong>spachos <strong>de</strong>l ministro <strong>de</strong>l Interior; acababa <strong>de</strong> abandonar la ciudad,<br />
afirmaba Granoux, y <strong>los</strong> <strong>de</strong>spachos se habían hecho públicos gracias al<br />
alcal<strong>de</strong>. Se trata, quizá, <strong>de</strong>l único subprefecto, en Francia, que tuvo el<br />
valor <strong>de</strong> no renegar <strong>de</strong> sus opiniones <strong>de</strong>mocráticas.<br />
Aunque la actitud firme <strong>de</strong>l señor Garçonnet inquietó secretamente a <strong>los</strong><br />
<strong>Rougon</strong>, se las prometieron muy felices con la huida <strong>de</strong>l subprefecto, que<br />
les <strong>de</strong>jaba el campo libre. Se <strong>de</strong>cidió, en aquella memorable velada, que el<br />
grupo <strong>de</strong>l salón amarillo aceptaba el golpe <strong>de</strong> Estado y se <strong>de</strong>claraba<br />
abiertamente en favor <strong>de</strong> <strong>los</strong> hechos consumados. Vuillet quedó<br />
encargado <strong>de</strong> escribir inmediatamente un artículo en ese sentido, que<br />
<strong>La</strong> Gaceta publicaría al día siguiente. Él y el marqués no hicieron la menor<br />
96