04.01.2019 Views

La fortuna de los Rougon - Emile Zola

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

amigos <strong>los</strong> rojos, y que esperaba a la noche, en algún rincón, para<br />

arrojarse sobre <strong>los</strong> habitantes y pren<strong>de</strong>r fuego a la ciudad por <strong>los</strong> cuatro<br />

costados. Plassans, enclaustrada, aterrada, <strong>de</strong>vorándose a sí misma en su<br />

prisión <strong>de</strong> murallas, no sabía ya qué inventar para tener miedo. Los<br />

republicanos, ante la fiera actitud <strong>de</strong> <strong>Rougon</strong>, sintieron una breve<br />

<strong>de</strong>sconfianza. En cuanto a la ciudad nueva, a <strong>los</strong> abogados y a <strong>los</strong><br />

comerciantes retirados, que la víspera <strong>de</strong>spotricaban contra el salón<br />

amarillo, se quedaron tan sorprendidos que ya no se atrevieron a atacar<br />

abiertamente a un hombre <strong>de</strong> tal valor. Se contentaron con <strong>de</strong>cir que era<br />

una locura <strong>de</strong>safiar así a unos insurgentes victoriosos, y que ese heroísmo<br />

inútil iba a atraer sobre Plassans las mayores <strong>de</strong>sdichas. Después, hacia<br />

las tres, organizaron una <strong>de</strong>legación. Pierre, que ardía en <strong>de</strong>seos <strong>de</strong><br />

exhibir su abnegación ante sus conciudadanos, no se atrevía a contar, sin<br />

embargo, con tan espléndida ocasión.<br />

Hubo palabras sublimes. Fue en el <strong>de</strong>spacho <strong>de</strong>l alcal<strong>de</strong> don<strong>de</strong> el<br />

presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la comisión provisional recibió a la <strong>de</strong>legación <strong>de</strong> la ciudad<br />

nueva. Aquel<strong>los</strong> señores, tras haber rendido homenaje a su patriotismo, le<br />

suplicaron que no pensara en la resistencia. Pero él, con voz muy alta,<br />

habló <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber, <strong>de</strong> la patria, <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n, <strong>de</strong> la libertad y <strong>de</strong> otras muchas<br />

cosas. Por lo <strong>de</strong>más, no obligaba a nadie a imitarlo; cumplía simplemente<br />

lo que su conciencia y su corazón le dictaban.<br />

—Ya lo ven, caballeros, estoy solo —dijo al terminar—. Quiero cargar toda<br />

la responsabilidad para que nadie más que yo se vea comprometido. Y si<br />

hace falta una víctima, me ofrezco <strong>de</strong> todo corazón; <strong>de</strong>seo que el sacrificio<br />

<strong>de</strong> mi vida salve la <strong>de</strong> <strong>los</strong> habitantes.<br />

Un notario, el más capaz <strong>de</strong> la pandilla, le hizo observar que corría a una<br />

muerte segura.<br />

—Ya lo sé —prosiguió él gravemente—. ¡Y estoy preparado!<br />

Aquel<strong>los</strong> señores se miraron. Aquel «¡Y estoy preparado!» <strong>los</strong> <strong>de</strong>jó<br />

clavados <strong>de</strong> admiración. Decididamente, aquel hombre era un valiente. El<br />

notario lo instó a llamar en su ayuda a <strong>los</strong> gendarmes; pero él respondió<br />

que la sangre <strong>de</strong> esos soldados era muy valiosa, y que sólo la haría correr<br />

en último extremo. <strong>La</strong> <strong>de</strong>legación se retiró lentamente, emocionadísima.<br />

Una hora <strong>de</strong>spués, Plassans calificaba a <strong>Rougon</strong> <strong>de</strong> héroe; <strong>los</strong> más<br />

cobar<strong>de</strong>s lo llamaban «viejo loco».<br />

263

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!