[ NOTA DE TAPA ] <-- El consumo de carne aviar alcanzó los 50 kilos -->El consumo de carne aviarmarcó un récord históricoRoberto Domenech, Presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas, repasa la historia de laindustria avícola en Argentina, analiza el sostenido crecimiento de la producción de pollo durante losúltimos años y explica cómo en 2020 se alcanzó un récord de consumo previsto recién para 2025.CA&A | junio - julio 2020 • pág. 42
En innumerables ocasiones tuvela oportunidad de conversar conRoberto Domenech acerca delacontecer y las perspectivas de la industriaavícola, y más allá de la prudenciaque lo caracteriza a la hora de hacerpronósticos, en estas charlas siempre sehacía presente la posibilidad de concretarun viejo anhelo, que algún día latendencia global de consumo carneRoberto Domenech, Presidente de CEPAaviar llegara a nuestro país, ubicando alpollo en los primeros lugares..“La realidad es que haber llegado aestos niveles de 50 kilos por habitantepor año, es algo a lo que fuimos permitiéndonospensar a medida de que íbamosdescubriendo espacio. Mi imaginaciónse sitúa allá en los comienzos,aproximadamente año ‘63, donde todavíano había una relación entre laproducción de huevo fértil, la cantidadde pollito bebé y los galpones paracriar. Recuerdo que en Pilar, donde estuvouno de los puntos de desarrollo,Arbor Acres producía el huevo fértil, yAlbayda incubaba y vendía los pollitos.Pilar era un centro importante, con galponesde 3.000 a 5.000 pollos, algúngalpón de 10.000 –que era una barbaridad–,y después estaban General Rodríguezy San Andrés de Giles. Todavíaestaba el mercado de aves y huevosabierto en la zona de Parque Patricios,en Los Patos y Uspallata, donde llegabatoda la producción, que eran muchasaves de campo principalmente. Por esetiempo, Entre Ríos tenía el trabajo delesfuerzo de aquellos que hacían avicultura,de elegir las mejores aves. Había,por supuesto, incubadoras, pero siemprecuando hablamos de una gran incubadorase hablaba de alguien quetenía una incubadora de 60.000 huevos,cuando las normales eran de 14,25, 30 o 36 mil huevos, así eran más omenos las escalas. Una vez alguien dijo:«y… estaremos entre 5/6 kg. por habitante»;y creo que ahí está más o menosla primera referencia”, recuerda RobertoDomenech.CRECIMIENTO DEL CONSUMO DECARNE AVIARClaramente, las particularidades delcomienzo de la avicultura industrial enArgentina, distan significativamente dela actualidad de este pujante sector dela agroindustria local.“Muchas veces he comentado queel pollo siempre tuvo una buena aceptación,era como que la gente estaba esperandopoder tener acceso al pollo. Noobstante, la gran mayoría quería teneracceso al pollo vivo, no tanto al pollofaenado, sino que quería elegirlo vivo:ahí mismo lo mataban, lo pelaban y telo llevabas a tu casa, todavía con la víscera.Luego, con la creación del Centrode Empresas Procesadoras Avícolas(CEPA), nace el proyecto del pollo eviscerado,con el objetivo de convertirloen un producto progresivamente deconsumo masivo. Yo diría que, en condicionesgenerales, el pollo era un productode lujo –por lo menos así estabaconsiderado por la escasa oferta–, y seconsumía en días muy especiales, comolas Navidades y demás fiestas. Enconsecuencia, el pollo tuvo una limitanteque era el precio y el gusto, esdecir, la satisfacción de comprar y comerun pollo, en restaurantes o los finesde semana, o en casos muy especiales.Después el crecimiento del consumocomenzó a estar directamente atado ala relación pollo-carne bovina: a principiosde los ’70, el pollo estaba muy enprecio con los cortes más caros de lacarna bovina, es más, me animaría adecir que el pollo costaba como un lomo.Entonces, en ese contexto, podríamosdecir que el consumo estaría –talvez– en los 9/10 kilos por habitante poraño. Ahí vino una segunda etapa en lacual el precio del pollo se ubicó máscerca de los cortes de menor valor queel lomo, como el cuadril, y el consumocreció otros 2 o 3 kilos más. Luego, aprincipios de los ‘80, el consumo tuvoun crecimiento importante cuando elprecio del pollo se equiparó con el preciode la milanesa, y llegamos, quizás, alos 15 kilos. De ahí en adelante entró acompetir con el asado, pese a que aestos pollos se los denominó desde suscomienzos, y por décadas, ‘Pollos Parri-pág. 43 • junio - julio 2020 | CA&A