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Cátedra Avícola & Agropecuaria Junio - Julio 2020

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infecciones bacterianas.

En pollos la infección causada por

aMPV favorece el establecimiento y manifestación

de infecciones respiratorias

secundarias, como se ha demostrado

con varios patógenos respiratorios.

En reproductoras y ponedoras,

como se mencionó anteriormente, son

susceptibles de sufrir viremia y replicación

viral a nivel del oviducto produciendo

un descenso importante de la

puesta acompañado de un incremento

de huevos con mala calidad de cáscara

que conlleva a una merma en la producción

de las gallinas.

Además, en ocasiones se puede llegar

a identificar sintomatología nerviosa,

tortícolis y opistótonos debido a

infecciones bacterianas ascendentes

desde el oído medio, que producen una

osteomielitis del cráneo.

En todas las aves de producción, el

estrés productivo supone un factor desencadenante

de la mayoría de los cuadros

clínicos, subida a pico en ponedoras

y reproductoras, siendo este momento

el más habitual en la aparición

de casos clínicos.

INMUNIDAD

La inmunidad estimulada por el

aMPV es local y sistémica. La respuesta

inmune local proporciona la principal

resistencia a la infección del aparato

respiratorio.

Esta es estimulada por vacunas vivas

para proteger el sitio de ingreso del virus

salvaje. La duración de la protección

depende de la presión de campo, en

condiciones de baja presión puede llegar

a durar hasta 16 semanas (6-9 en

condiciones normales). Es una inmunidad

que induce protección a nivel respiratorio

por exclusión competitiva, inmunidad

celular e IgA.

La respuesta inmune sistémica es

en base a inmunoglobulinas, principalmente

IgY, fundamental para obtener

protección del oviducto y con ello disminuir

los efectos del virus sobre la

producción y calidad de los huevos.

La inmunidad pasiva debida a los

anticuerpos transferidos a la progenie a

través del saco vitelino por reproductoras

expuestas a infección natural o inmunidad

vacunal, no servirá para prevenir

un desafío de campo.

DIAGNÓSTICO

Debido a que los signos clínicos son

similares a otras patologías como la

Pasteurelosis, Micoplasmosis, Coriza

infecciosa o Influenza de baja patogenicidad,

es muy importante la sincronización

a la hora de la toma de muestras.

No obstante, hay que destacar que el

diagnóstico solamente sería orientativo.

Por ello se debe de hacer una

serología para poder monitorear la

situación de la granja y ajustar el plan

vacunal para el establecimiento en

cuestión.

El diagnóstico definitivo se puede

realizar por la detección de material

genético mediante la realización de una

PCR (AVIANPNEUMOCHECK by Hipra).

Hay que tener en consideración que

es complicado debido al breve periodo

en el que podemos localizar el virus en

el tejido diana y la baja sintomatología

que manifiestan las aves durante esos

momentos. Por ello, la toma de muestra

se debe realizar antes de ver los

primeros signos clínicos, pero teniendo

en cuenta que un resultado negativo no

indica que el virus no esté presente,

sino que pudo no haberse tomado la

muestra en el momento correcto.

ESQUEMAS DE MONITOREO SUGERIDOS:

4 Animales no vacunados: ELISA al

principio de los signos clínicos y

2-3 semanas después + PCR de al

menos 8 animales “sanos” al principio

de la clínica (7 días de margen

desde que aparece).

4 Animales vacunados: ELISA a las

4-6 semanas después de la vacunación.

PCR igual que el anterior. También

se podrían mandar hisopados

traqueales y de las coanas en tarjetas

FTA.

DISEÑO DE PROGRAMA VACUNAL

El esquema ideal es utilizar un programa

con 1 ó 2 dosis de vacunas vivas

y una dosis de vacuna inactivada. Con

las primeras se establece una barrera

protectora en el sitio de ingreso del

virus de campo, y con las segundas se

actúa a nivel de la viremia para proteger

el tracto reproductivo. A ser posible

es preferible usar la misma cepa en las

vacunas viva e inactivada para así reforzar

mejor la inmunidad. Si no se

dispone de vacunas vivas un buen esquema

es la aplicación de dos dosis de

vacuna inactivada.

Las vacunas inactivadas son muy

importantes para las aves de ciclo largo

pág. 81 • junio - julio 2020 |

CA&A

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