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[ NOTA DE TAPA ] <-- El consumo de carne aviar alcanzó los 50 kilos -->
lleros, porque fue allí donde el pollo
ganó espacio, es decir, fue a parar a la
parrilla… Y quedó compitiendo con la
milanesa –no precisamente con la milanesa
de pollo, eso fue después–. Se
consumía milanesa durante la semana,
pollo en la parrilla los fines de semana,
y se incrementó el consumo a fin de
mes, reflejando un crecimiento sostenido.
La infraestructura ya existía: la
provincia de Buenos Aires, Pilar ya empezaba
a poner limitaciones para la
producción pollos porque avanzaban
los countrys y los clubes cerrados, lo
mismo pasaba en General Rodríguez;
pero ya eran zonas muy fuertes Chivilcoy
y Chacabuco. Entre Ríos también
crecía porque había mejorado mucho la
posición a partir de haber logrado las
conexiones, no tanto con la construcción
del túnel, pero sí con Zárate Brazo
Largo”, señala el Presidente de CEPA.
La década de los ‘90 para la industria
avícola argentina reflejó un momento
realmente crítico para la producción
local. Brasil se presentaba como
un gran competidor, sobre todo,
con las asimetrías cambiarias de aquel
tiempo donde los valores eran totalmente
distintos, pero también el desarrollo
de las dos aviculturas eran distinto.
“Brasil ya estaba lanzado a un desarrollo
industrial importantísimo,
mientras que acá los frigoríficos carecían
de frío en términos generales, es
decir, se trabajaba el pollo prácticamente
caliente o con hielo en el cajón y no
más de eso. Teníamos poco eviscerado
automático, pero así y todo, estábamos
en los 17/18 kg. Ahora bien, con la importación
de pollo desde Brasil, el consumo
trepó hasta los 23 kg. y ahí se desató
una batalla importante. Lo cierto
es como consecuencia de las oscilaciones
de la carne bovina, siempre habíamos
estado muy taponados –tanto el
pollo como el cerdo–. ¿Por qué? Porque
era muy barata la carne bovina, no tenía
precio… y a eso había que sumarle
que por ahí te aparecía brote de aftosa
o un exceso de producción con el desarrollo
de la Unión Europea, y esas exportaciones
que no podían concretarse,
volvían todas al mercado interno. Entrábamos
en crisis, bancábamos en
oferta y a eso hay que sumarle después
la asimetría bancaria dentro de un proceso
de alta inflación en todo el mundo,
del cual Argentina no estaba ausente y
Brasil tampoco. Y de golpe quedabas
con un Brasil con unos precios espectaculares
y nosotros con precios muy
altos”, recuerda el dirigente.
LA LLEGADA DEL NUEVO MILENIO,
UN PUNTO DE INFLEXIÓN
Con la salida de la convertibilidad, la
industria avícola argentina comenzó un
proceso ininterrumpido de crecimien-
CA&A | junio - julio • pág. 44