Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
lante en cuanto a eso y obviamente ha
sacado ventaja. Ahora bien, cuando se
alcanza un nivel de consumo de 45
kilos por persona, empezamos a acercarnos
a un techo… y la realidad es que
la salida pasa por el mercado externo.
Argentina va a continuar teniendo un
crecimiento demográfico como los países
en desarrollo entre el 1% y el 1,1%
anual, que va a absorber parte de la
producción, pero estamos lejos de poder
sostener las tasas de crecimiento
que hemos tenido en el pasado para la
avicultura sin la exportación. Y cuando
miramos la evolución del mercado externo,
Asia se presenta como un comprador
importante: hay que estar muy
atentos al fenómeno Asia, pero también
hay que prestarle especial atención
a los países Árabes. Yo quisiera
hacer dos comparaciones, la primera,
relacionada con el mercado granario.
Los granos se producen en su mayoría
para terminar haciendo carne o leche;
recuerdo hace 15 años cuando por primera
vez visité la provincia de Entre
Ríos, si te parabas un rato frente al río
Paraná, de a ratos veías un solo barco
que llevaba soja… ¡Hoy pasas y parece
la General Paz! Cuando Argentina se
llamaba «El Granero del Mundo», producíamos
10 millones de toneladas de
granos, hoy estamos cerca de los 150
millones, o sea que en un siglo multiplicamos
por 15, y eso es por la demanda
que hay en el mundo. Cuando uno mira
los datos de la evolución de importación
de carne por parte de Asia, yo creo
que hay que prestarle mucha atención,
porque en algún caso pueden ser hasta
alarmantes. China se abrió a la importación
de carne vacuna recién hace 7
años y hoy ya importa el 20% de lo que
consume de carne vacuna, y el consumo
de carne vacuna de China es 6 kilos
per cápita, o sea que incrementando 1
o 2 kilos en un mercado de más de
1.000 millones de habitantes, es una
cantidad que a los que estamos en el
día a día nos cuesta entender, y no hay
nada que indique que eso va a ir en
sentido contrario. Hay que entender
que China y el resto de los mercados son
realmente enormes; India y Bangladesh
son países de mucha población. China
en realidad tiene 300 millones de personas
de clase media para arriba, pero
aún así sigue teniendo más de 1.000
millones de habitantes que viven todavía
con niveles de consumo de proteína
animal marginales, esa gente va a
ir entrando al mercado año a año, y no
hay tantos países de donde llevar productos.
Argentina tiene condiciones naturales
que deberían ser acompañadas
por políticas acordes para que se potencie
la exportación. En el mientras
tanto, a nosotros –que estamos en el
sector– nos toca hacer lo que está bajo
nuestro control y ahí es donde primero
tenemos que contar con el acceso, o sea
tener un status sanitario que nos permita
acceder a esos mercados y contar
con los estándares que nos permitan
que ese mercado nos certifique y nos
habilite para poder exportarle. Después,
por supuesto, ser competitivo en
costo, porque vamos a salir al mercado
internacional y vamos a competir con
el resto de los oferentes. Los empresarios
tenemos que estar manejando el
hoy y mirando el mañana, porque mañana
ya se convierte en hoy y te lo encontrás.
Cuando uno está viendo la evolución
de Asia, sin ninguna duda es un
mercado monstruoso que va haber que
abastecer, y hay que estar preparado para
ser competitivo y tener un status sanitario
que nos permita acceder”, señala
Zingoni.
CUANDO LA RENTABILIDAD ESTÁ
ATADA A LA EFICIENCIA
Indudablemente, en un mercado
cada vez más competitivo, donde la
pelea se da por centavos y las buenas
rachas no suelen tener la virtud de
dejar en el olvido a las malas –como
sucedía en otras épocas–, la industria
debe efocarse más que nunca en ser
eficiente y, de esa manera, bajar los
costos productivos a su mínima expresión.
Juan Pablo Zingoni sostiene que
este fenómeno ya se ha visto con anterioridad
en otras industrias y considera
que “en la medida que el mercado ya se
saturó, pasa a ser una competencia por
quien produce a menor costo. En esa
producción a menor costo lo que hay
que entender cuando uno mira costos,
es que estamos mirando la eficiencia de
conversión, porque al final –como productores–
estamos buscando hacer una
transformación de insumos en un producto
que podamos vender, en este caso
el pollo. El fenómeno de eficiencia en la
conversión es independiente de si el
precio está bajo o alto, es independiente
de si exporto o no exporto, y es independiente
de todos los factores. Si el
precio está alto y tenemos mejor conversión,
gano más, si el precio está bajo
y tengo mejor conversión pierdo menos;
si estoy exportando y tengo mejor
eficiencia de conversión voy a tener
más rentabilidad en la exportación…
Lo que quiero transmitir es que siempre
conviene tener los mejores parámetros
posibles, de hecho si uno compara
en el tiempo una empresa que
tiene un punto de conversión mejor
que otra, eso se va acumulando en el
tiempo y en los mejores momentos va
a ganar más, en los peores momentos
va a perder menos, y llega un momento
que se vuelve irreversible. En una actividad
tan compleja, competitiva y
multifactorial como la avicultura, no
tenemos que esperar siempre soluciones
mágicas, sino estar al tanto de cada
uno de los eventos que hacen al proceso.
Alguna vez me tocó leer sobre industrias
altamente competitivas, visité
el Museo de Fangio y pude ver cómo
pág. 71 • junio - julio 2020 |
CA&A