11.01.2022 Views

SDT84

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

TIEMPO LIBRE

Cartel original de EL FORASTERO. Compárese la foto

de Brenan abajo a la izquierda con su aspecto durante el

rodaje, no es de extrañar que consiguiera el Óscar por

esta interpretación.

Cartel original de EL JUEZ DE LA HORCA, 1972. Ava Gadner y Paul Newman

favorecidos por el rotulista, como si les hiciera falta.

aquel en el que el salvaje oeste comenzó a perder su condición

de territorio sin ley y la civilización entró de la mano de los abogados,

decididos a imponer las leyes sobre las pistolas. La clave

es que Stewart rehúsa llevar revólver, hasta entonces único

consuelo de sheriffs y espectadores ante la injusticia y el mal.”

(Cfr. Pablo Kurt.-Filmaffinity).

Cometieron dos errores (“Hang ‘Em High”, 114’. Ted Post,

USA 1968). Primera película de la recién creada Malpaso

Productions, con un encumbrado internacionalmente por el

espagueti wéstern europeo Clint Eastwood en el papel de

Jed Cooper, un (más que improbable) ex abogado reconvertido

en vaquero que es acusado erróneamente e inmediatamente

linchado por ahorcamiento por un grupo de nueve

“ciudadanos respetables” que le dan por muerto. En su último

aliento es descolgado por un comisario que trabaja para

el juez Fenton (interpretado con maestría por Pat Hingle)

ante quien es presentado y, una vez aclarado el entuerto, liberado

y transformado en comisario cuya misión es capturar

a sus victimarios y llevarlos con vida ante el juez para ser

juzgados.

Al margen de la ensalada de sub-tramas deficientemente

desarrolladas o incluso de la planicie de los personajes

principales, para el jurista que visiona este wéstern a la europea

pero sin la violencia en primer plano del mejor Leone,

se exponen varios asuntos de interés, destacando la descripción

del incipiente sistema judicial, del que Fenton se

queja amargamente pues ha de abarcar un inmenso territorio

como único juez y con muy pocos alguaciles, y la extrema

dureza de la ley, con la pena de muerte como prácticamente

única. La tesis encubierta de la película es la que pena de

muerte es necesaria, ya que si no lo hacen los jueces se hará

en otra parte tomándose la gente la justicia por su mano.

Y aunque se asuma que habrá personas que serán ajusticiadas

de forma errónea, lo individual no puede parar lo estructural,

que es el sistema judicial. Los ajusticiamientos son

baratos y fomentan el comercio, además, son ejemplarizantes.

Lo mejor son los ácidos y cínicos diálogos sobre la justicia

entre Fenton y Cooper, las escenas de las ejecuciones

en la horca y los vistazos al sistema carcelario.

El juez de la horca (“The life and times of Judge Roy Bean”

120’. John Huston, USA 1972). Con guion de John Milius y

música de Maurice Jarre, encabeza el reparto el Bello Paul

Newman en plena madurez, secundado por un impresionante

plantel de actrices como Jaqueline Bisset y Victoria Principal,

con la breve intervención de una Ava Gadner arrebatadoramente

bella a sus 51 años en el papel de Lily Langtry.

Aunque puede en cierto modo considerarse un remake de la

película de Wyler, tiene una descarada vocación desmitificadora

y cínica a la vez que pretende ser prácticamente un biopic.

Newman es el centro y epicentro de la trama con una

notable interpretación en sutil tono cómico por momentos

un tanto histriónica y exagerada. La fotografía y encuadres

son genuinos productos setenteros, al estilo visual y tono

semi comediante que hacía furor por entonces. El resultado

es irregular, con altibajos y paréntesis más bien tediosos.

En las 2 horas de proyección hay no obstante momentos con

escenas y parlamentos sublimes, por ejemplo, tras abatir a

tiros a un pistolero que había disparado sobre el póster de la

señorita Lily, el juez afirma que es “un homicidio plenamente

justificado”; mientras rompe la hoja del libro de leyes dice

solemnemente “esta ley queda abolida”; y sin ningún reparo

afirma totalmente convencido “aquí los linchamientos se

producen al amparo de la ley”.

Todas estas películas retratan, cada una a su manera, la

precariedad institucional y administrativa que regía en amplias

zonas del Oeste fronterizo, los simulacros de justicia a

cargo de personas desaprensivas y deshonestas, el imperio

de la ley del más fuerte, las tropelías contra los derechos

más elementales, las decisiones unipersonales sectarias y

partidistas, la defensa de los intereses particulares y las lesiones

del bien común.

116

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!