A más comunidad menos estadoP A C O Z U G A S T I7LP8
“Allí no hay Estado” es frase recurrente que pronuncianno pocas personas para referirse a situaciones caóticasy de extrema dureza –hambre, guerras tribales,represión étnica, etc.- en países del Tercer Mundo. Comosi el Estado fuera el garante de la libertad y de la justiciasocial, la panacea para el respeto a los derechos humanos.Según esto en la Alemania hitleriana no debía haberEstado, ni en la España de Franco, ni en la Rusia stalinianani en la Servia de Milosevic, todos ellos paraísos delibertad y respeto a los derechos humanos, como es biensabido.Hasta el Informe Anual de Amnistía Internacional2008 señala la desintegración de algunos Estados comouna de las causas principales de la sucesión de emergenciashumanitarias. Aunque el mismo informe acabe señalandoque mientras “los líderes mundiales (Estados) estánhaciendo caso omiso” al respeto y promoción de los derechoshumanos, “el poder de la gente (la sociedad), parainfundir esperanza y generar cambios, está absolutamentevivo”.¿Qué es el estado?Pero ¿qué es eso que se escribe con mayúscula y sevenera cual si fuera un dios omnipotente sobre la tierra?Tomando lección de los clásicos, el Estado no es másque el ente –organismo, estructura o sujeto- que ejerceel monopolio de la violencia física, “legítima” dice Weber,en un territorio determinado y sobre el paisanaje que enél habita. Es decir, se trata de una relación de dominaciónde personas, ajena al común, que se le impone a este y sesostiene por medio de la violencia. Según Weber estarelación de dominación violenta que ejerce el Estado haexistido siempre en todas las asociaciones políticas quehistóricamente le han precedido. Luego veremos si estoes así.“Todo dentro del Estado, nada fuera del Estado, nadacontra el Estado” decía Benito Mussolini en “El espíritude la revolución fascista”, donde define al Estado, fin en símismo, como “un sistema de jerarquías que debe expresarsea través de la parte más egregia de la sociedadcomo guía de las clases inferiores”. Aquí no hay nadaentre individuo y estado que pueda servir de protecciónde aquel frente a este. Aquí el Estado lo es todo y la personano es nada, es la máxima expresión de la opresión.Aunque con intención muy distinta, no difiera muchode la visión fascista la versión leninista del estado quedefine a este como “una máquina para mantener la dominaciónde una clase sobre otra”. Cierto es que Lenin propusopara un futuro indeterminado: “Relegaremos estamáquina a la basura, entonces no existirá ni Estado niexplotación. Constituiremos la sociedad libre de los productoresasociados”. Pero en la práctica la Unión Soviéticase construyó sobre la base de un estado totalitario(ideología oficial, partido único, control policial sobre lasociedad civil, concentración en manos del estado detodos los medios de comunicación y producción), y tengopara mí, y a los hechos me remito, que de la opresión nose camina hacia la libertad.Frente al Estado totalitario se pretende el estadodemocrático al que tendría poco que objetar si de verdadrespondiera a la significación etimológica de su nombre,“gobierno del pueblo”. Pero lo que hoy conocemos comoestados democráticos son en realidad dictaduras que serenuevan cada cuatro años, como bien dice Chomsky.Si la teoría liberal clásica reducía el Estado al papel degendarme cuya función principal es el mantenimiento delorden público, el estado liberal-burgués que es su expresiónpráctica, compone un orden legal cuyo principalobjeto es defender la seguridad de los individuos y la propiedadprivada. Se configura así el Estado como la suma delos intereses privados; sirva de ejemplo lo que hacen losgobernantes españoles, ayer Aznar, hoy Rodríguez zapateroy siempre Juan Carlos rex, en sus viajes “de ¤stado”EL ESTADO NO ES MAS QUE EL ENTE –ORGANIS-MO, ESTRUCTURA O SUJETO- QUE EJERCE ELMONOPOLIO DE LA VIOLENCIA FISICA, “LEGITI-MA” DICE WEBER79LP