Tribuna Comunista Núm. 505

internacional
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al conductor. Una noticia común y corriente de
cada mañana cuando llueve y también cuando no
llueve.
Después de 15 meses del video de bukele,
muy bonito por cierto, todo un derroche de
tecnología y de dinero para su elaboración, el
bendito viaducto sólo existe en la mente de los
seguidores incondicionales.
Los derrumbes están a la orden del día por todo
el país: 72 derrumbes, 71 carreteras afectadas,
era el recuento de Protección Civil de hace una
semana. De las inundaciones en todas las calles
de las principales ciudades no hay recuento, eso
es el pan nuestro de cada día.
Pero los seguidores de bukele, que no son
pocos y están por todas partes a donde llega la
señal de Internet y que, más que seguidores, son
fieles de una nueva religión, se lo creen todo,
todo, en absoluto.
Hace unas semanas fui de visita al Consulado
de El Salvador en Minnesota, para conocer sus
instalaciones y a sus funcionarios. Platiqué con
usuarios que, con toda razón, están muy contentos
de poder contar con estos servicios consulares,
pero más que eso, me sorprendió un señor que
me contó acerca de las monumentales obras que
ya ha realizado el gobierno de bukele en todo el
país: escuelas, hospitales, universidades… ¡y la
superautopista de Los Chorros!
“¿Usté no ha ido por allá?”, me preguntó, y
sin detenerse a escuchar mi respuesta siguió
entusiasmado su relato “viera como está de
cambiado todo: las playas blancas, el mar turquesa
en Surf City, la ciudad del Bitcoin…”
El Océano Pacífico en El Salvador es de un azul
oscuro profundo y sus arenas de origen volcánico
son negras y pedregosas, especialmente en la
Playa del Tunco, rebautizada por bukele, con el
nombre, en inglés, Surf City. Eso no lo cambia ni
el mejor de los mágos.
Imagen: captura de pantalla del video promovido por bukele, una proyección virtual del proyecto vial en
la Carretera de Los Chorros | https://tl-ph.facebook.com/100044244378596/videos/408586360110683