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Bella Soñadora
Autora: Ariana Citlali Romero Paulino
Tal vez esta historia te suene conocida, tal vez nunca la habías escuchado, tal vez te
identifiques con ella, tal vez le pasó al primo de un amigo o cualquier otra cosa, pero te
aseguro que te conmoverá tanto como lo hizo con el narrador.
Había una vez en un lugar no tan lejano una viejita sentada en su mecedora, recordando
cómo fue su vida a partir de que se casó con un príncipe azul, porque en los cuentos
siempre se habla de amor, finales felices, vivieron felices para siempre pero nunca
hablan que pasó después. Nunca se cuenta que va mas allá, qué pasó con las personas,
si les siguió yendo bien o mal pero bueno esta vez les contaré como fue la vida de nada
más y nada menos que de la bella durmiente sí, aquella muchacha que fue tristemente
maldecida por una bruja mala y quien a los 100 años despertó por el beso de un príncipe
azul, de ojos azules, güero, alto, todo hombre de ensueño (físicamente de acuerdo al
cuento).
Después de la boda ella se preguntaba por qué nada era como antes, obviamente por
qué había estado dormida tanto tiempo, por qué no estaban los niños con los que jugaba,
por qué el pueblo ya no era el mismo. Pero a pesar de todas sus preguntas nadie le
respondía nada. Todas las personas a su alrededor decidieron ocultárselo para evitar
que la bruja mala volviera y otra vez lograra hacer de las suyas.
Pasaron así unos cuantos años, casada con su príncipe y se dio cuenta que le hubiese
gustado estudiar algo más, disfrutar de la vida, conocer lugares nuevos, visitar pueblos,
más reinos, conocer a más amigos, ser una licenciada, o tal vez doctora, pero poco a poco
todos esos pensamientos y sueños se fueron desmoronando, se fueron destruyendo y
haciéndose cada vez más pequeños. En lugar de recibir apoyo por parte de su padre y su
ahora marido solamente se rieron, le dijeron que las mujeres no tenían porque estudiar.
Las princesas, le comentaron, únicamente deben dedicarse a sus hijos y marido, estar
en su casa y sobre todo, ella como era una futura reina, no sufriría nunca por nada. Todo
lo que ella quisiera estaría a sus pies con solo pedirlo.
También, aprovecharon para exigirle que tuviera un hijo pronto pues debían tener un
heredero el trono, cuando ambos murieran, Rey y Príncipe obviamente.
Ella lloró y habló con su mamá pues no era justo que no la dejaran superarse. La madre,
en lugar de apoyarla y alentarla a cumplir sus metas le dijo que ellos tenían la razón.
Estaba claro que ella se había resignado y solo vivía por y para el rey. Esto hizo sentir
a Bella muy mal pues esa plática le sirvió para darse cuenta cómo era que su madre en
realidad vivía y todo lo que había sufrido en estos años, lo cual le hizo reflexionar que
ella no quería seguir el mismo patrón de su madre es decir, no quería vivir y estar como
su madre, a lo que un hombre le dijera qué hacer, cómo hacerlo, si hacerlo o no, lo que
está bien lo que no, todo a como él quisiera y entre más lo pensaba más se daba cuenta
que su matrimonio iba encaminando por el mismo rumbo ya que el príncipe, aunque de
manera amable, la trataba como su padre trataba a su madre.
Pasaron unos cuantos meses y la princesa Aurora decidió escaparse por las tardes al
pueblo para poder ver si podía hacer algo más de su vida, pero en todos lados, por ser
hija del rey, le negaban la oportunidad. Al ver que era ella todo le llevaban, le servían y
le negaban la oportunidad de hablar, comer, reír, vestir, bailar e incluso cantar con ellos.
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