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La juventud de Roberto
Autor: Ricardo Martin Pelayo Pérez
Roberto era un joven de apenas 13 años, el vivía grandes dificultades con su familia,
pues su familia era pobre y sus padres abusaban física y verbalmente de él, esto se
podía percibir al momento en que asistía a la escuela. Usualmente iba con sus zapatos
rotos y con su ropa en un estado deplorable. La mayoría de las ocasiones no llevaba que
comer y mucho menos llevaba dinero para comprar algo ahí. Algunos de sus compañeros
le compartían de su comida. Al salir de la escuela y llegar a casa la cosa se ponía peor.
Vivía en una casa solo con su madre, pues su padre los había abandonado cuando él
tenía apenas 2 años, o eso le había contado su madre. Al estar en casa su madre lo
golpeaba y humillaba para que consiguiera dinero y a pesar de todas las adversidades
con las que se veía él tenía en mente el terminar sus estudios, esto por la manera en
que le remarcaban en la escuela que para salir adelante o ser alguien en la vida había
que tener estudios.
Era un niño maltratado por su madre ya que al no conseguir el dinero que ella le pedía
esta lo dejaba en la calle hasta que le consiguiera. Roberto no sabía porque su madre
lo trataba así de mal así que decidió preguntarle la razón, a lo cual ella respondió “eres
un niño que no tenía que venir al mundo, tú me arruinaste la vida y por tu culpa tu padre
me dejo”.
Cuando Roberto supo lo que su madre pensaba de él, tomó una decisión, irse de casa. Al
principio con dudas tales como ¿mi madre estará bien?, ¿cómo viviré si me voy de aquí?
y otras cosas relacionadas sobre dejar su casa.
Al principio vivió en las calles buscando la forma de sobrevivir. Él solo había cursado el
segundo año de secundaria, buscó trabajo en una frutería como ayudante y dormía en un
albergue. Así lo hizo por unos meses. Después de un tiempo empezó a reflexionar lo que
haría con su vida, pues ahora ya contaba con una fuente de ingresos y un lugar al cual
podía llamar “hogar”. Pensó que podría continuar con sus estudios, los cuales no había
terminado, para así lograr ser alguien y así empezó a buscar alguna escuela secundaria
en la cual fuera aceptado.
Cuatro meses después de iniciar su búsqueda, ingresó a la secundaria con ayuda de sus
patrones como tutores, él quería seguir adelante son su vida y ser alguien de provecho
para la sociedad y para su superación pues no quería ser siempre ayudante en una
frutería. Tenía sueños y esperanzas de formar una familia y de no ser igual que su madre
pues veía como niños de su edad se perdían en los vicios. No entendía el motivo por
el cual desperdiciar la vida en drogas o en alcohol, además de ser bastante costosas.
Al paso del tiempo logró reunir algo de dinero y rentó un cuarto. Dormía en unos cartones
y se cobijaba con periódicos. Un día al regresar a su casa encontró una mesita tirada,
la recogió y así tuvo un espacio en donde hacer sus tareas. En otra ocasión encontró
un colchón y como pudo arrastrando y cargando lo llevó a su casa. Y así siguió, con
su trabajo y estudio terminó su tercer año de secundaria. Para entrar a la preparatoria
continuó laborando y al cumplir sus 17 años logró ingresar a la preparatoria.
Su mamá se había olvidado de él, sin embargo, la preparatoria la vivió muy feliz. Cuando
cursaba el primer semestre lo invitaron a jugar futbol y como era su deporte favorito,
decidió entrar al equipo. Recuerdo que jugaba con sus zapatos rotos hasta que un amigo
le regaló unos zapatos de fútbol. Jugaba en la posición de extremo, él era muy bueno
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