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Petróleo para la paz | 195<br />
gilancia por parte de la ANH, estropean los yacimientos generando un daño<br />
patrimonial al afectar el factor de recobro final (volumen de reservas extraídas).<br />
Otras, valiéndose del hecho de ser la industria petrolera de utilidad pública,<br />
o amparadas en la ley de servidumbres petroleras (ley 1274 de 2009), se han<br />
convertido en feudos nauseabundos para las comunidades, pues la empresas<br />
las amenazan con expropiarlas o multarlas con cifras superiores al valor de la<br />
finca, si se oponen al ingreso de la sísmica o de los taladros.<br />
En otras palabras, las petroleras y el Estado desplazan legalmente a la<br />
población, sin necesidad de ponerle un arma en la cabeza. En fin, sería interminable<br />
reseñar todos los hechos bochornosos que por desgracia suceden hoy<br />
en la industria petrolera y sus relaciones con la comunidad.<br />
*****<br />
El país, como víctima del neoliberalismo, implementó una política petrolera<br />
que ha sido un rotundo fracaso en cada una de sus aristas, después de 10<br />
años de vigencia. Ni siquiera la inversión extranjera directa llegó a lo esperado.<br />
Más de 100 empresas que han recibido los casi 400 bloques adjudicados por la<br />
ANH sólo han invertido 3.800 millones de dólares, de los casi 11 mil millones<br />
de dólares comprometidos en inversión para exploración y desarrollo; de esos<br />
millones realmente invertidos, la AHN ha recibido 1.800 por derechos de uso<br />
del subsuelo, participación por precios altos, transferencia de tecnología y<br />
participación en la producción. O sea que efectivamente han invertido 2000<br />
millones de dólares en 10 años: dos millones de dólares por empresa por año,<br />
aproximadamente. Mientras que Ecopetrol invierte él solo más de 8.000 millones<br />
de dólares por año, de los cuales más de 500 millones van para exploración.<br />
Con una industria petrolera descuadernada, que genera más empleo a<br />
los extranjeros que a los nacionales; sin generación de riqueza para apalancar<br />
el desarrollo económico y la inversión social, sin transferencia de tecnología y<br />
atravesando ambientalmente por su peor momento, es difícil que después de la<br />
terminación del conflicto con los grupos insurgentes se llegue a la anhelada paz.<br />
*****<br />
Es urgente e inaplazable detener, utilizando un manual de buenas prácticas,<br />
el derrumbe social y ambiental que está al borde del abismo; de otra parte,<br />
proponer en la mesa de diálogo entre el ELN y el gobierno la aprobación de<br />
una ley orgánica de hidrocarburos que implemente medidas de reparación del<br />
inmenso daño patrimonial y fiscal generado con el actual sistema contractual<br />
en exploración y producción; para ello, establecer políticas a largo plazo, bajo el<br />
control y vigilancia de Ecopetrol como empresa 100% estatal, a la que nunca se