03.12.2015 Views

Y SIN EMBARGO SE MUEVE

1Q3iOdF

1Q3iOdF

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

208 |<br />

Negociación Gobierno-ELN. Y sin embargo, se mueve<br />

nocimientos. Y para aumentar oportunidades y capacidades en los acuerdos<br />

de paz, así como disminuir riesgos y amenazas en la dinámica de posacuerdos.<br />

El conflicto colombiano da cuenta de dinámicas, procesos y prácticas que<br />

disputan al Estado control territorial, con los cuales se trazan diversas cartografías:<br />

corredores de guerra, circuitos de la economía política del narcotráfico,<br />

discontinuidad depredadora de enclaves y también una diáspora regional y local<br />

de propuestas y experiencias de ordenamiento social del territorio. Frente a ello<br />

cabe la pregunta sobre qué relación existe entre las formas del Estado en sus<br />

diseños nacionales, las élites y las formas de Estado a nivel local y regional, los<br />

gobiernos territoriales, y el despliegue de creatividades sociales que proponen<br />

y realizan ordenamientos territoriales.<br />

Las creatividades sociales nacen por fuera de la planeación y de la cuadrícula,<br />

y se producen por ella misma, en los intersticios que desde la Colonia<br />

privilegió el eje norte-sur y el Caribe; también entre los espacios que aunque<br />

interceptados por el eje andino por el mismo Estado, son fuentes de fuerza de<br />

trabajo y de extracción de recursos.<br />

Marquemos dos perspectivas:<br />

• La marginación de ese ordenamiento ha sido la constante histórica,<br />

desde la resistencia indígena y cimarrona, señalados por las dificultades<br />

de acceso y la carencia de recursos de interés: Alta Guajira, Sierra<br />

Nevada de Santa Marta, Serranía del Perijá, Catatumbo, Magdalena<br />

Medio, Serranía de San Lucas, Alto Sinú y San Jorge, el Darién, Pacífico,<br />

Amazonas y Orinoquía, así como las periferias urbanas o los lugares a<br />

los márgenes de controles del Estado, unos populares otros del mercado.<br />

Entre unas y otras está más de la mitad del territorio nacional. Frente a<br />

su negación, se renuevan historias y presentes de arrochelados, esclavos<br />

fugitivos caribes, brujos desertores, contrabandistas, sociedades con<br />

cierta autonomía con “libres de todos los colores”, parches, combos,<br />

comités, coordinadoras.<br />

En la vida republicana, los nombres que marcan dichos territorios baldíos,<br />

de los tesoros minerales, de las rutas fluviales, son paradójicos y se<br />

conocen como “territorios nacionales” desde 1863. También son tratados<br />

con displicencia, asignándoles tutelas especiales como la de las misiones<br />

religiosas; siempre “fronteras” sean agrícolas, internas, de colonización,<br />

de extracción, de reducción. Marcados según la valoración central como<br />

en zonas de orden público, zonas rojas, territorios de consolidación, y<br />

hoy, en territorios para enfoque territorial de paz.<br />

• La violencia constitutiva asignada los marca como amenaza: tierras de<br />

nadie, salvajes, en rojo, sin ley. Un relato que busca legitimar la idea de

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!