You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Mario Nozyce<br />
RECUERDOS<br />
Días atrás, mirando unas fotos y videos de la familia, surgieron<br />
muchos recuerdos que estaban guardados muy en el fondo de<br />
mi cerebro y salieron a chorros a la superficie para regalarme<br />
una sonrisa de oreja a oreja.<br />
Las primeras fotos se remontaban a los últimos años <strong>del</strong> siglo<br />
XX y mostraban un trío de pequeños, cuyas edades oscilaban<br />
entre uno y tres años, jugando, riendo, mirando a la cámara<br />
para las fotos, llenando de alegría la vida de aquellos que los<br />
rodeaban. Lucas, el más chico <strong>del</strong> trío y único hijo varón, era<br />
un bebé rubio que aumentaba de peso de a un kilo por mes,<br />
gateaba por toda la casa como una saeta, hacía “caminar” la<br />
practicuna por todo el comedor y a los diez meses ya se paraba<br />
agarrado al sillón. Para el año y medio de edad mi hijo se fue<br />
desconectando de nuestro mundo, sus miradas se fueron perdiendo,<br />
repetir su nombre en forma insistente ya no provocaba<br />
el efecto de hacerlo acercarse a nosotros y sus juegos empezaron<br />
a ser diferentes a los que solían desarrollar sus hermanas.<br />
Su desarrollo físico continuaba dentro de la línea habitual y su<br />
nivel de atención disminuía con el tiempo. Empezó a tener conductas<br />
obsesivas como jugar por largo tiempo con las rueditas<br />
de un auto o aletear con las manos cuando se excitaba. Se obsesionaba<br />
con el agua y, por sobre todas las cosas, le fascinaba dar<br />
vueltas sobre sí mismo.<br />
Mario Nozyce - 103