11.12.2015 Views

Miradas del alma 2

1lRuDqc

1lRuDqc

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Pasados los dos años, empezamos a consultar al pediatra por<br />

el desarrollo de nuestro benjamín y la respuesta era que los<br />

varones tienen un desarrollo diferente al de sus hermanas, que<br />

tuviéramos paciencia, que las cosas estaban bien. Como a la<br />

madre esa respuesta no la dejó tranquila, lo llevó a una consulta<br />

con una neuróloga que, después de evaluarlo, nos dio<br />

el diagnóstico de TGD espectro autista. En ese tiempo no era<br />

fácil encontrar profesionales preparados para atender a chicos<br />

diagnosticados con ésta patología pero nos pusimos en marcha<br />

y arrancamos con el tratamiento domiciliario.<br />

Año 2002. Me vienen recuerdos <strong>del</strong> primer año <strong>del</strong> tratamiento<br />

de Lucas: él sentado con su hermana menor en la mesita<br />

haciendo terapia al compás de ordenes tales como “poné así”,<br />

“dame tal cosa” y fórmulas por el estilo. La casa se fue poblando<br />

de fotos de objetos, pictogramas, agendas, rutinas. Todo<br />

debía anticiparse y las acciones a realizar tenían que estar en<br />

línea con las cosas que Lucas pudiera aceptar y tolerar. Debo<br />

reconocer que me costó un tiempo largo, varios años, entender<br />

que sus berrinches y rabietas tenían un porqué aunque, para<br />

mí, fuera difícil de comprender. Qué paradoja, Lucas tenía una<br />

discapacidad basada principalmente en el entendimiento <strong>del</strong><br />

mundo y, al final, era yo quien no comprendía ese limitante.<br />

Después de mi llegada a casa, él siempre agarraba mi valija y<br />

se paseaba por todo el departamento como si fuera a trabajar.<br />

Se sentaba frente a la computadora a tipear como si fuera un<br />

gran escritor. Adoraba usar mis remeras o las de la madre y no<br />

era raro que se pusiera a lavar los platos con nuestra ropa puesta.<br />

Siempre imitando esas pequeñas cosas que nos veía hacer.<br />

La terapia de casa se mudó a un Centro Terapéutico, en línea<br />

con el comienzo <strong>del</strong> colegio de sus hermanas. Eran tiempos<br />

de salir a caminar o pasear en el auto, sobre todo los fines de<br />

semana, sin importar el clima, las ganas de salir o el trabajo sin<br />

hacer que se apilara en el escritorio. Durante años, visitamos<br />

las plazas de los distintos barrios de la Capital y otras repartidas<br />

por el Gran Buenos Aires. No pudiendo nunca faltar los<br />

viajes por el aire en cuanta hamaca existiera.<br />

104 - Mario Nozyce

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!