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Raquel lranzo Prades. Voz:
Suspensión de la expulsión.
Situación de arraigo. Matrimonio
con residente legal
en España. Resumen: El
Tribunal estima el recurso
interpuesto por don H. , contra
el auto por el que se
denegó la suspensión de la
resolución que acordó su
expulsión.
"El apelante se apoya también
en las manifestaciones
vertidas ante Notario el 20
de enero de 2004, por don
M.T., Presidente de la
Asociación Mezquita AI­
Hyra que está reconocida
como entidad de carácter
social e inscrita en el
Registro de Asociaciones
de la Junta de
Comunidades de Castilla La
Mancha según dichas manifestaciones,
la citada asociación
tiene contratado al
recurrente (al que identifica
por su nombre señal~do
que es mayor de edad,
casado y marroquí) desde
noviembre de 2002 como
Imán residiendo el mismo
en el domicilio de la
Mezquita de Ciudad Real
(.. .), por lo que se le satisfa
ce la cantidad mensual de
900 euros. De acuerdo con
terminante para entender
acreditado, por sí solo y en
ausencia de otra prueba
que lo avalara, qué el Sr.
A.D. tiene un arraigo religioso
y económico en
España.
Sin embargo la Sala discrepa
de la conclusión a la que
se llega en el auto impugnado
en orden a rechazar
que las circunstancias del
matrimonio del recurrente y
embarazo posterior de su
esposa, pudieran ser
demostrativas de arraigo en
España, por el hecho de
ser posteriores a la hora de
la expulsión.
No se puede discutir que la
máxima manifestación de
arraigo familiar en un lugar
determinado, viene dada
por la formalización de un
matrimonio (el Tribunal
Supremo ha equiparado a
esos efectos la convivencia
de hecho) y el nacimiento
de un hijo. Aunque esas circunstancias
se produzcan
con posterioridad a la orden
de expulsión, existen cuando
se ha de decidir la medida
cautelar de suspensión
de esa orden, y si la finalidad
de dicha medida es
evitar perjuicios de repara-
ello se estaban poniendo
de manifiesto unas circunstancias
que indicarían un
arraigo social del Sr. A. , en
la medida que desempeñaría
una función religiosa
para la comunidad musulmana,
y económica, aireconocérsele
retribuciones
periódicas y fijas. Ahora
bien, la credibilidad de ese
testimonio, en cuanto a las
afirmaciones que contiene,
no es absoluta; precisamente
porque se vierten
datos que chocan abiertamente
con otros que también
constan en las actuaciones.
Así en enero de
2004 se dice que el Sr. A.
reside en un domicilio que
no es el mismo que el que
figura en el empadronamiento
hecho dos meses
antes. Igualmente asevera
que el Sr. A: está casado,
cuando de la propia documentación
aporta-da por el
interesado se evidencia que
el matrimonio tuvo lugar
siete meses más tarde.
En definitiva, se vierten en
el testimonio del Sr. M.T.
afirmaciones que se contradicen
con otros datos fehacientes,
lo que nos lleva a
no considerarlo der
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L. ..