diccionario print - Historia de Tudela

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Abrahám ibn Ezra nació en Tudela, hacia 1089. Se trata de
uno de los sabios de la cultura hebraica andalusí. Aunque destacó
y es más conocido por temas científicos y religiosos, también
practicó y escribió poesía, siendo autor de algunas moaxajas hebreas
con jarchas, en algunas de las cuales se reflejan elementos
lingüísticos romances. Profundamente religioso, se conservan más
de 500 poesías sinagogales suyas, además de algunas filosóficas.
Con el mismo espíritu religioso y viajero que demostrará años
después su paisano Benjamín de Tudela, Ibn Ezra también viajó y
fue visitando las comunidades judías, aunque en este caso de Europa.
Salió de España hacia 1140 o quizás unos pocos años después
hacia Italia, Francia e Inglaterra, donde permaneció enseñando
su saber sobre filosofía, religión, literatura, lengua, matemáticas
y astrología hasta su muerte acaecida según unos en Roma
en el año 1167 y según otros en Londres en 1184. Muchas son
las obras de Abraham ibn Ezra, escritas en estos años que estuvo
fuera de España, quizás la más valiosa son unos comentarios al
Thora, que continúan imprimiéndose en todas las biblias judaicas.
De una época casi coetánea hallamos otro poeta tudelano
Abü al 'Abbas al Ahmad al-Tutïlï, conocido como «El Ciego de
Tudela», nacido hacia 1086 y fallecido en 1126 ó 1130. Se le considera
el introductor de la poesía musical o poesía popular, de
la que fue uno de los mayores exponentes, cuando a causa de
la invasión almorávide, la poesía clásica se hallaba en decadencia
Es el autor árabe con más moaxajas conocidas 21 . No sabemos
mucho de su vida; procedía de una familia acomodada de
Tudela, con la que, contando pocos años, emigró a Sevilla.
El romance navarro en la región de la Ribera del Ebro
Considerando lo anterior, se concluye que una verdadera
lengua romance peninsular totalmente desarrollada, no se consolida
hasta los siglos XII-XIII, aunque en el caso de Navarra hay
que pensar que el romance que al principio se hablase en la Ribera,
tuvo que ser diferente que el de Pamplona, ya que hasta el
siglo XII ambas zonas pertenecían a reinos diferentes y con seguridad
que sus moradores no tendrían contacto verbal intenso.
Las diferencias arrancaban de muy antiguo. Remontándonos
al tiempo anterior a la llegada de los romanos, sabemos que
21 Sobre este personaje escribió unos datos biográficos y crítica de su obra Esteban
Buñuel García en artículo titulado El Ciego de Tudela, un gran poeta
de proyección universal, Rev. Centro Estudios Merindad de Tudela, nº
9, Tudela 1998. Págs. 65 a 96. Del Ciego de Tudela, se conservan un buen
número de moaxajas, algunas con las jarchas en árabe popular y otras en
romance. Como muestra de aquel romance incipiente, mezclado con el
árabe popular, copio dos, al igual que he hecho con Jeudá Ha-Leví.
Yä matre mïa Jäjma Oh madre mía amada
A räyyo da manyäna Al rayar la mañana
Bëu Abü-l-Hayyay Veo a Abulel Hayay
La cara de matrana. La cara del alba.
Gär com lebare da l-gaïba; Di como llevar de la ausencia;
Non täntu No tanto
¡Yä weliyös de l’asïga, ¡Oh mis ojos que añoran,
si nön tu! si no tú!
Sobre la manera de hablar en la Ribera
esta región había sido celta, por lo que fue romanizada lingüísticamente
con más facilidad que la zona vascona, ya que el celta
y el latín tenían más afinidad como lenguas que el vascuence
y el latín. Avanzando en el tiempo, en época visigótica cuando
se comienzan a formar los distintos romances, la Ribera desde
el siglo VIII, pertenecía al reino musulmán, dependiendo de
Zaragoza, mientras que la zona media y norte pertenecía al reino
cristiano de Pamplona, lo que nos vuelve a hacer pensar en
distintos desarrollos del lenguaje. Además no se ven reminiscencias
vascófonas en el habla de la Ribera, incluso como indica
Julio Caro Baroja, tampoco las debió de haber en la etapa
previa a la dominación romana 22 .
Fernando González Ollé afirma que el romance navarro nace
en el medio lingüístico vascuence 23 , señalando el primer foco
de romance en Navarra en la zona centro oriental de Navarra,
términos de Leire, Sangüesa etc. Si esto es así, siguiendo la
idea de que en el siglo IX ya se podía estar balbuceando el primer
romance navarro 24 , hay que pensar que al principio se diferenciarían
el romance navarro de la zona media vascófona
del que se hablaba en la Ribera, más próximo al ribero aragonés
o de La Rioja Baja y que se iría mezclando, como ya he indicado,
primeramente por la ocupación de Nájera en 923 por
Sancho Garcés, que instala allí la corte de los reyes de Pamplona
y posteriormente cuando toda la comarca de Tudela pasa en
el siglo XII al reino de Navarra. Es a partir de este momento
cuando una lengua y otra se van unificando paulatinamente,
conformando el que hoy conocemos como romance navarro,
con fuerte influencia del habla ribera.
Esta hipótesis se sustenta en el hecho que todo el valle del
Ebro, La Rioja baja, Ribera navarra y Ribera aragonesa hasta
Zaragoza, tienen un habla con muchas similitudes que ha llegado
hasta nuestros días. Fuese como indico o de manera similar,
lo que parece cierto es que en esta zona ribera a lo largo de
la Edad Media se habló un romance con fuerte influjo mozárabe.
La primera referencia geográfica de los límites del vascuence
o romance en Navarra, la conocemos del año 1587 gracias a
un manuscrito de esa época sobre las diócesis españolas, en el
que hablando de la de Pamplona se distinguen los pueblos de
habla vascófona y castellana 25 . El límite cierto más al norte que
tenemos del uso del romance en aquel año pasaba por Acedo,
Ayegui, Estella, Mendigorría, Artajona, Tafalla, Olite, Beire, Pitillas,
Santa Cara, Murillo el Fruto y Carcastillo; de esta línea
hacia el Ebro se hablaba el romance y de esa línea hacia el norte
se mezclaban el uso del vascuence y el romance. Incluso desde
la parte media hacia arriba en general el pueblo hablaba en
22
Julio Caro Baroja, Materiales para un estudio de la lengua Vasca en relación
con la latina. Salamanca 1946, 14.
23
Vascuence y romance en la Historia Lingüística de Navarra, Pág.41, Pamplona 1972.
24
Fernando González Ollé, Gran Enciclopedia Navarra, Tomo IX, Pág. 494,
Voz, Romance Navarro.
25
M. Lecuona El Euskera en Navarra a finales siglo XVI. R. I. E. V., nº 24, 1933,
Págs. 365-374. También Fernando González Ollé Vascuence y romance en
la Historia Lingüística de Navarra, Págs. 30-31, Pamplona 1972.