Aprender y enseñar ciencias: del laboratorio al aula y viceversa
Aprender y enseñar ciencias: del laboratorio al aula y viceversa
Aprender y enseñar ciencias: del laboratorio al aula y viceversa
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
82<br />
V Fin<strong>al</strong>e con ciencia<br />
1. ¿Cuáles son los éxitos y fracasos de la educación en <strong>ciencias</strong> actu<strong>al</strong>mente?<br />
2. ¿Qué tipo de educación científica necesitan los jóvenes de hoy en día?<br />
3. ¿Cuáles serían el contenido y la estructura de un mo<strong>del</strong>o adecuado y factible para el<br />
currículo de <strong>ciencias</strong> para todos los jóvenes?<br />
4. ¿Qué problemas traería la implementación de t<strong>al</strong> currículo, y cómo se resolverían?<br />
En el fondo, la discusión apunta a la disparidad entre los contenidos actu<strong>al</strong>es, los intereses<br />
de los <strong>al</strong>umnos y las necesidades re<strong>al</strong>es de los Estados y las diversas regiones <strong>del</strong><br />
mundo. Los asuntos científicos y tecnológicos, como hemos visto, cobran una importancia<br />
creciente en nuestra vida cotidiana, y demandan una población con la preparación<br />
suficiente como para entender de qué tratan los debates contemporáneos; no solo eso:<br />
también deben tomar cartas en el asunto. Más <strong>al</strong>lá de las herramientas de formación<br />
continua y de las estrategias de comunicación pública de la ciencia que (sanamente) se<br />
adopten, lo cierto es que todo comienza en el <strong>aula</strong> –y, en nuestro caso, en el <strong>aula</strong> de<br />
<strong>ciencias</strong>, que debiera ser cuna de preguntas y pasiones–. La f<strong>al</strong>ta de introducción de una<br />
agenda científica en el <strong>aula</strong> no se puede compensar con ninguna actividad o iniciativa<br />
posterior; la ventana de la curiosidad se cierra más temprano que tarde.<br />
T<strong>al</strong> vez en nuestros países esta necesidad sea aun más acuciante debido <strong>al</strong> relativo retraso<br />
que existe en el área: la enseñanza de las <strong>ciencias</strong> solía (¿suele?) ser relegada a un segundo<br />
plano, tanto por docentes y directivos como por <strong>al</strong>umnos. Más <strong>al</strong>lá de la necesidad<br />
imperiosa de hacer ciencia en la escuela, el fantasma de los requerimientos tecnológicos<br />
in<strong>al</strong>canzables para este fin puede eliminarse fácilmente, dado que lo que se requiere<br />
es un cambio completo en el enfoque de la enseñanza, más <strong>al</strong>lá de la sana revisión de<br />
contenidos o de la necesaria renovación de materi<strong>al</strong> educativo. En este sentido, la vieja y<br />
nunca bien ponderada germinación <strong>del</strong> poroto –acaso la única experiencia científica que<br />
se re<strong>al</strong>izaba en niveles educativos básicos durante mucho tiempo– puede ser rescatada<br />
si se logra mirar con nuevos ojos, inquisidores y curiosos. No invertir en la enseñanza de<br />
las <strong>ciencias</strong> equiv<strong>al</strong>e a invertir en la pobreza intelectu<strong>al</strong> y materi<strong>al</strong>, y es un lujo que no<br />
podemos darnos.<br />
La ciencia es un arma cargada de futuro.