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Dos personas que beben lo mismo tendrán la misma<br />
concentración en sangre.<br />
Esta afirmación es falsa. Pese a que la cantidad de alcohol ingerido sea<br />
lógicamente uno de los principales factores que determinan la tasa de<br />
alcoholemia, existe una larga serie de factores tales como los comentados<br />
anteriormente (peso, género, edad, hora del día, tipo de bebida alcohólica,<br />
experiencia con el alcohol, etc.) que van a modificarla sustancialmente.<br />
El alcohol ingerido con la comida no se absorbe.<br />
Esto es falso. El beber alcohol en las comidas únicamente hace que se<br />
retrase la absorción del alcohol y que esto se produzca de una forma más<br />
progresiva, pero el alcohol ingerido siempre acabará por pasar a la sangre. Por<br />
el contrario, ingerir alcohol con el estómago vacío favorece que el alcohol se<br />
absorba más rápidamente y que, en consecuencia, sus efectos se inicien de<br />
una forma más brusca.<br />
¡Yo nunca daré positivo!<br />
Muchas personas piensan que bebiendo alcohol poco a poco a lo largo<br />
del día nunca llegarán a dar positivo en un control. Esto es falso. El hígado<br />
metaboliza a la hora unos 0,12 gramos de alcohol por litro sangre, por lo que el<br />
organismo es incapaz de eliminar tan rápidamente como el individuo cree todo<br />
el alcohol que ha consumido, por lo que al final, su nivel de alcohol en sangre<br />
es mucho mayor de lo que piensa. Esto es especialmente peligroso, ya que,<br />
además de los propios efectos del alcohol, nos encontramos con que el<br />
conductor no tiene conciencia del riesgo al que se está exponiendo.<br />
¡Un café, una cabezadita y como nuevo!<br />
Gran número de personas tienen la creencia errónea de que tomar un<br />
café o un té va a contrarrestar los efectos del alcohol. Asimismo hay algunas<br />
personas que creen que por dormir un poco ya habrán conseguido restablecer<br />
las capacidades afectadas. Nada más lejos de la realidad, ya que los efectos del<br />
alcohol están en relación directa con los niveles de alcohol en sangre, por lo<br />
que ni el café, ni el té, ni darse una ducha o dormir un poco, son medidas<br />
capaces de reducir los niveles de alcohol en sangre. Esto no quiere decir que<br />
estas medidas no puedan servir para combatir, aunque sea parcialmente,<br />
algunos de los efectos del alcohol durante un cierto tiempo, tales como la<br />
somnolencia.<br />
Y a la mañana siguiente, ¡positivo!<br />
Algunas personas, sobre todo jóvenes, llegan a ingerir grandes<br />
cantidades de alcohol cuando salen por la noche durante el fin de semana. En<br />
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