13.04.2013 Views

Jakob Lorber - Obispo Martín - Ciencia y Espiritualidad - Jakob Lorber

Jakob Lorber - Obispo Martín - Ciencia y Espiritualidad - Jakob Lorber

Jakob Lorber - Obispo Martín - Ciencia y Espiritualidad - Jakob Lorber

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

________________________________<strong>Jakob</strong> <strong>Lorber</strong>_________________________________<br />

Palabras del Señor sobre la naturaleza y actividad del Lama.<br />

El milagro del árbol<br />

1 «Mi querida Cheng Chai, te lo puedo explicar con pocas palabras. Pues mira: porque<br />

conozco al Lama tanto como Él se conoce a sí mismo, te digo: lo que se refiere a la producción<br />

y a la creación es para el gran Lama algo tan sumamente fácil como no puedes imaginar. Pues<br />

en cuanto concreta una idea no le hace falta sino penetrarla con su Voluntad y su “Hágase” y ya<br />

está realizada. Mira y observa, ¡como si ahora yo pensara que aquí ante nosotros hubiera un<br />

bonito árbol lleno de las mejores frutas! ¿Por qué no piensas tú un árbol, por ejemplo una<br />

preciosa higuera? ¿Ya la tienes?».<br />

2 «Sí, ya pienso una como la que teníamos en el jardín de mis padres», respondió Cheng<br />

Chai.<br />

3 «Ahora escucha: Yo también pienso el mismo árbol y del mismo modo que el Lama digo a<br />

este árbol imaginado: “¡Hágase!”. Ya la tienes ante nosotros: una higuera llena de frutos bien<br />

maduros y gustosos.<br />

4 Y tan fácil como fue para mí demostrártelo palpablemente, igual resulta para el Lama crear<br />

lo uno o lo infinito. Más difícil le resulta ya formar a los hombres de tal manera que puedan<br />

volverse libres y perfectos como Él mismo porque para eso hace falta más que la simple<br />

Omnipotencia. Pero aun así para el Lama todo es posible.<br />

5 ¿Me comprendes, mi querida Cheng Chai? Esta higuera te la regalo para siempre; nunca se<br />

te secará y eternamente te dará con abundancia los mejores frutos».<br />

6 Cheng Chai estaba completamente perpleja y, moviendo los ojos de Mí al árbol y del árbol<br />

a Mí, tanta era su admiración, que no encontraba palabras. El milagro atrajo inmediatamente a<br />

los demás huéspedes, también completamente asombrados, por lo que no hizo falta llamarlos.<br />

7 <strong>Martín</strong> miró igualmente el árbol con gran sorpresa: «Hermano, ya sé que a ti no te cuesta<br />

nada producir un árbol como éste. Pero aun sabiéndolo me quedo sorprendido de que lo hicieras<br />

aparecer tan de repente.<br />

8 Reconozco con franqueza que la Omnipotencia tiene que ser algo fascinante. Pero menos<br />

mal que no está concedida a gente de nuestra condición porque todavía somos excesivamente<br />

estúpidos. Si yo tuviera un poco de Omnipotencia, ¡vaya creaciones abstractas que llenarían en<br />

seguida el espacio infinito!<br />

9 Por eso es muy acertado que el sabio Lama conceda una cierta Omnipotencia sólo a<br />

aquellos que ya están empapados de toda la sabiduría celestial, como por ejemplo Tú. De modo<br />

que en tu caso lo de dar tiene que ser evidentemente más fácil que lo de recibir. De todos<br />

modos, en tu caso eso de recibir me parece algo absurdo...», y hablando muy bajo, continuó:<br />

«...¡pues de todos modos todo es tuyo!».<br />

10 «¡No hables tan alto, <strong>Martín</strong>!», le advertí por su oído interior. «¡Continuamente estás<br />

revelando cosas! ¡Debes tener en cuenta que aquí hay muchos que aún no están a tu nivel! A<br />

principios hablaste muy bien pero luego casi pasas los límites y por poco habrías perjudicado a<br />

toda esta gente algún tiempo. ¡Concéntrate y sé listo como una serpiente y al mismo tiempo<br />

manso como una paloma! Fíjate en Borem, él observa en todo una sagacidad celestial. ¡Haz tú<br />

lo mismo y avanzaremos fácilmente con estos huéspedes nuestros!».<br />

11 «Te agradezco el buen consejo. ¡Seguro que en adelante lo tendré en cuenta!», me<br />

prometió <strong>Martín</strong>. «¡Pero fíjate como Cheng Chai ahora te observa cada vez más, me parece que<br />

mucho más que antes!».<br />

12 «Está muy bien así, ¡que observe! Pues sus observaciones traerán su espíritu hacia mí.<br />

Pronto tendrá unas cuantas preguntas preparadas cuyas respuestas nos ocuparán durante algún<br />

tiempo. Ya está intentando abrir los labios... Tú, como anfitrión, pregúntale primero si está<br />

conforme con la explicación dada. Todo lo demás ya vendrá después».<br />

13 En seguida <strong>Martín</strong> siguió mi consejo y preguntó a Cheng Chai, todavía tan admirada que<br />

tenía problemas para decir cualquier cosa: «Encantadora Cheng Chai, dinos si estás satisfecha<br />

con la explicación y si la has comprendido en todos sus detalles. No debes admirarte demasiado<br />

por milagros como éste que aquí no son nada excepcional. Con el tiempo ya te acostumbrarás<br />

más y más a ellos.<br />

- 156 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!