13.04.2013 Views

Jakob Lorber - Obispo Martín - Ciencia y Espiritualidad - Jakob Lorber

Jakob Lorber - Obispo Martín - Ciencia y Espiritualidad - Jakob Lorber

Jakob Lorber - Obispo Martín - Ciencia y Espiritualidad - Jakob Lorber

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

________________________________<strong>Obispo</strong> <strong>Martín</strong>_________________________________<br />

12 Para que tú, <strong>Martín</strong>, sepas que nuestra sabiduría abarca algo más de lo que piensas y que te<br />

conocemos a ti y a tu grupo mejor de lo que imaginas, en el hogar de nuestros ancianos te<br />

presentaremos un espectáculo en que te veras representado desde el comienzo.<br />

13 ¿Piensas que aquí estás muy lejos de tu hogar altamente celestial? Pues mira, somos<br />

testigos de todo lo que ahora mismo está ocurriendo en él, como también fuimos testigos de<br />

cuando quisiste dar un beso ardiente al dragón camuflado. Pero no te rompas ahora la cabeza<br />

con nuestra capacidad de visión porque a su tiempo debido encontrarás explicación de todo ello<br />

en la verdadera sabiduría. Vuestra libre voluntad os acompañe; nosotras vamos a pasar ahora<br />

delante vuestra».<br />

14 Tras este discurso prolongado la tres se pusieron en camino y se alejaron.<br />

149<br />

<strong>Martín</strong>, seguro del triunfo, desmoralizado por la sabiduría<br />

de las tres hijas del Sol<br />

1 <strong>Martín</strong>, que hacía ya rato que estaba pasando un calvario, aprovechó para decir: «Señor,<br />

¡servidor suyo, aquí metidos en un avispero! ¡Esto supera todo lo que hasta ahora me ha pasado<br />

en la vida!<br />

2 Ya veis, Pedro y Juan, ¡demasiado pronto alabasteis mi valor y mi victoria, y hasta me<br />

considerasteis digno de una corona de héroe...! Ahora está demostrado qué clase de victoria<br />

gané... ¡Vaya mal sabor que nos han dejado estas tres truchas solares!<br />

3 Señor, pienso que mi pesca de antes fue bastante más meritoria que ésta de ahora. Tu<br />

bondad y Gracia ya me bautizaron maestro pescador en las aguas vitales del Sol, pero ahora<br />

tengo que rogarte que vuelvas a quitarme el nombre, poco merecido, porque mucho antes de que<br />

yo pudiera pensar en ir de pesca estos peces me tragarían vivo.<br />

4 ¡Caramba, caray y canastos!, ¡vaya lección que nos han dado estas tres! Lo grotesco es que<br />

en principio no se les puede replicar nada, pues son buenas, nobles, suaves, tiernas y al mismo<br />

tiempo hermosas y encantadoras. ¡Pero aún así podría reventar ahora mismo de mal humor<br />

porque estas jovencitas me hayan tomado el pelo de semejante manera!<br />

5 ¿Nosotros seguirles? ¿A ellas? Yo soy el primero que no... ¿Quién más? Lo que me faltaba<br />

todavía: ¡ir a su escuela! Acaso Tú, Señor, Pedro y Juan, ¿les vais a seguir?, ¡vaya! Señor, ¿por<br />

qué no me dices algo?».<br />

6 «¡Tranquilo, <strong>Martín</strong>! Todos haremos lo que las tres desean, es decir, las seguiremos para<br />

ver a dónde nos lleven», le respondí. «¡Cuanto más enredada la comedia, tanto más sublime su<br />

desenlace! Pues vosotros, mis hijos, hermanos y amigos distinguidos, tenéis que conocerlo todo,<br />

de lo contrario no valdríais para mi servicio. De modo que las seguiremos con toda paciencia».<br />

7 «Ya sabes, Señor, que siempre diré que se haga tu santa Voluntad, porque soy consciente<br />

que únicamente Tú conoces todos los caminos que tenemos que andar para llegar a la meta que<br />

Tú, como Dios, Padre y Señor, y como Amor y Sabiduría, nos has fijado para siempre»,<br />

reconoció <strong>Martín</strong>. «Pero a pesar de todo ahora mismo estoy totalmente fuera de combate y no<br />

puedo ni siquiera esbozar la multitud de contradicciones que a estas tres diosas del Sol se les<br />

han escapado en una sola oleada.<br />

8 Pues cada vez veo más claramente que sus frases tienen que estar llenas de contradicciones,<br />

aunque aun así no sé responderles porque todo lo que dijeron es correcto de hecho.<br />

9 Tú mismo te habrás dado cuenta mejor que nadie de lo felices que estaban en mi pecho en<br />

el que querían aprender el amor. Y tan absortas se encontraban en su percepción que sus<br />

compañeros me amenazaron con sus espíritus que luego, por supuesto, les dieron un consejo<br />

contrario. En aquellos momentos el amor fue todo para ellas, mientras que ahora lo declaran una<br />

fuerza puramente vegetativa y hueca, algo absurdo que sólo sirve a ciertos seres más libertinos,<br />

que no son conscientes de ello, como motivo no expresado para la procreación.<br />

10 ¡Qué dulzura había en sus palabras cuando Tú les hiciste señas para que se acercaran a ti!<br />

Por la lírica tan armoniosa que emanó de sus bonitas bocas pensé que ya te habían reconocido o<br />

que por lo menos estaban a punto de reconocerte... ¡Vaya equivocación! ¡Qué diferencia en sus<br />

expresiones cuando mantuvieron tus pies estrechados entre sus manos! ¡Y menudo cambiazo en<br />

- 213 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!