13.04.2013 Views

Jakob Lorber - Obispo Martín - Ciencia y Espiritualidad - Jakob Lorber

Jakob Lorber - Obispo Martín - Ciencia y Espiritualidad - Jakob Lorber

Jakob Lorber - Obispo Martín - Ciencia y Espiritualidad - Jakob Lorber

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

________________________________<strong>Obispo</strong> <strong>Martín</strong>_________________________________<br />

quienes viven únicamente bajo el cetro del amor! El amor, sí, donde el amor es ley, los hombres<br />

tienen que ser sumamente bienaventurados...<br />

3 ¿De qué le sirve al hombre todo el esplendor del Sol si le falta su calor? ¿Para qué el oro y<br />

las piedras preciosas a sus propietarios si sus corazones crujen de frialdad? Oh, amigo, ¡acabas<br />

de decirme algo santo, muy santo! Ahora, poco a poco se me está encendiendo una luz acerca de<br />

las palabras de tu encantador amigo cuando me dijo: “Tu amor para conmigo te lo revelará<br />

todo”... ¡Así es! ¡Este amor ya me ha revelado mucho y mi corazón me dice que aún me<br />

revelará mucho más!<br />

4 Os amo a todos con el calor del sol del mediodía y especialmente a aquél que aún no me ha<br />

dicho su nombre. Espero que me perdonarás si a éste tu hermano lo quiero aún mucho más que<br />

a ti. Tampoco puedo decirte por qué, pues no es más guapo que tú o tu hermano Borem y su<br />

ropa es más bien modesta. Pero tiene algo en sus grandes ojos azules, algo que fascina, y su<br />

boca posee unos rasgos muy peculiares, como divinos... Pues, ¡estoy tentada a tomar toda su<br />

fisonomía por la fiel imagen del mismo Lama!<br />

5 Y te digo que si pregunto a mi corazón encendido de amor por él, éste me responde:<br />

“Cheng Chai, ¡para mí Él mismo es el gran y santo Lama! ¿Quién, si no fuera Él mismo, podría<br />

hablar tan celestialmente, crear una higuera ya completa con el fruto bien maduro y luego, como<br />

señal de su gran Amor a Cheng Chai, regalársela? ¿Quién, si no fuera Él, podría tener ojos tan<br />

cariñosos y a la vez magníficos, y una boca tan celestialmente hermosa? ¿Quién, a no ser<br />

únicamente Él, el querido Lama de mi corazón?”.<br />

6 Te confieso que así habla mi corazón pero no mi cabeza que, por supuesto, quisiera seguir<br />

con muchas ganas la sublime voz del corazón si no tuviera miedo de cometer un pecado; porque<br />

donde interviene el corazón, el intelecto no es un juez muy severo sino que más bien le gusta<br />

idolatrar las aficiones del otro.<br />

7 Igual me está pasando a mí, pues mi corazón venera a aquél magnífico y, encantada, mi<br />

cabeza haría lo mismo si no fuera por el puro intelecto...<br />

8 Pero dentro de poco voy a desentenderme del intelecto y me atendré únicamente a lo que<br />

me dice el corazón. ¡Así, tal vez llegaré antes a la meta anhelada! Como de todos modos aquí no<br />

hay otra ley sino la del Amor, pronto eso del intelecto será asunto acabado... ¿Qué te parece,<br />

amigo mío?».<br />

9 «Mi querida Cheng Chai, por el momento no se puede añadir ni quitar nada a lo que dijiste.<br />

¡Haz caso a lo que te insinúa el corazón y no andarás equivocada! Y respecto a tu intelecto,<br />

también a éste le será encendida con el tiempo una luz adecuada».<br />

106<br />

<strong>Martín</strong> en un aprieto por las preguntas seguidas de Cheng Chai<br />

1 «Querido amigo, pese la confianza que te tengo no puedo preguntarte mucho, pues me<br />

había propuesto no importunarte demasiado en adelante con más preguntas tal vez no<br />

suficientemente meditadas», continuó Cheng Chai. «No obstante, me vas a permitir una<br />

observación:<br />

2 Cada vez que empiezo a llevar nuestra conversación a tu celestial amigo y hermano, sobre<br />

lo que sea, te pongo en un compromiso. ¿Cómo es eso?<br />

3 ¿Acaso tienes celos porque mi corazón lo prefiere a ti? ¿Acaso no eres tan amigo de él<br />

como pretendes? ¿O acaso en tu corazón, secretamente, le guardas rencor porque te supera<br />

infinitamente en toda clase de perfección espiritual e intelectual? ¿No será que te estorba su<br />

fascinante apariencia divina? ¿O tal vez no te gustan sus ojos y su boca que, por supuesto,<br />

superan los tuyos tanto como toda su sublime naturaleza a la tuya, pese a que tú tienes un<br />

aspecto mucho más resplandeciente que él?<br />

4 Todas estas preguntas son esenciales para mí, por lo que anhelo su contestación como un<br />

caminante en el desierto ardiente ansía un trago de agua cuando se está muriendo de sed. Por<br />

ello, si en tu corazón sientes el menor amor por mí, no vaciles en contestarme<br />

concienzudamente a estas preguntas; de lo contrario Cheng Chai se apartará de ti y nunca te<br />

preguntará nada».<br />

- 163 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!